El automóvil más barato del mundo llegaría a Chile

Se trata del TATA Nano y es conocido como el automóvil más barato del mundo. Viene de la India y espera arribar dentro de las próximas semanas a Chile luego de que sus hermanos Indica/indigo, Grand Safari y el pick up Xenon llegaran a nuestro país gracias al grupo SK Bergé (una sociedad entre el […]

Se trata del TATA Nano y es conocido como el automóvil más barato del mundo. Viene de la India y espera arribar dentro de las próximas semanas a Chile luego de que sus hermanos Indica/indigo, Grand Safari y el pick up Xenon llegaran a nuestro país gracias al grupo SK Bergé (una sociedad entre el grupo chileno Sigdo Koppers y los españoles de Bergé) quien firmó un acuerdo con los indios de Tata para comenzar desde ya la importación de algunos de sus modelos.

Si quieres conocer de cerca al TATA Nano, estás a un click de distancia.

El mercado de los city cars ha entrado fuerte en nuetro país. Su menor consumo y relativo bajo precio los hace ser una buena carta a la hora de elegirlos como el automóvil del día a día.

Ya de a poco nos hemos acostumbrado a los autos de orígen chino transitando por las calles chilenas, pero ahora entraría un nuevo competidor a la arena: TATA Motors.

Ya firmado el acuerdo y comenzada la importación de los primeros modelos, sólo queda esperar la llegada de «la diva«, el automóvil más barato del mundo. El TATA Nano.

Con un valor de aproximadamente $1,3 millones el Nano claramente sería la solución para todos aquellos que necesitan moverse y cuyo gusto no va por las motocicletas.

El Nano además de barato es muy económico! Su motor de 30Cv recorre 100 kilometros con tan solo 3,37 litros.

En cuanto a su interior sólo incluye un velocímetro, un medidor de combustible, medidor de nivel de aceite y «sha está!™». Lo demás son los imprescindibles pedales, volante y asientos. En resumen, ningún «lujo«, sólo lo mínimo para manejarlo por la ciudad a un bajísimo costo.

Estaremos atentos a la llegada de este automóvil que sin duda revolucionará el mercado.

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.