Ford tiene un historial de modelos deportivos impresionantes. Sin embargo, no hablamos exactamente del punto de vista americano, más bien del europeo. En ese sentido, el rey siempre fue el Escort RS 1600, con herencia ganada del rally. Así fue como el Escort y el Sierra, fueron ganando versiones de alto desempeño. Muchos recordaremos el último Escort RS. Para adelante con el Focus, el espíritu se fue diluyendo un poco, con un modelo que prometía mucho pero al que le echábamos de menos la tracción integral y un motor con más fuerza. Y así paso con los Focus ST y RS.
Entremedio, Ford nos sorprendió con el Fiesta ST y su entretenida conducción, pero todos queríamos un Focus RS de verdá. Y como a Ford le esta yendo muy bien, la hicieron.
El Focus RS de este año hace ver al Focus ST -un auto brillante por cierto- como un modelo estándar. Se hizo hincapié en una imagen más radical y agresiva. Es interesante ver como interactúan todas las formas en el frontal en distintas capas, así como las llantas y el alerón trasero.
Pero la estética siempre ha sido un fuerte de los Focus RS. Lo que queríamos saber era si iban a seguir con los cinco cilindros y la tracción delantera. No. Hoy el Focus invoca su linaje en el rally y toma todos los buenos elementos que Ford le ha otorgado a sus últimos modelos. Por ejemplo ahora el Focus tiene tracción integral con vectorización dinámica de torque. El diferencial trasero cuenta con dos embragues regulados electrónicamente, los que se ajustan casi 100 veces por segundo. Esto se traduce en que puedes repartir hasta el 70% del torque a las ruedas de atrás. Y para que quedes con la boca abierta, el responsable de este tren de tracción, no es nadie más que el mismísimo Ken Block, el rey de las Gymkhanas y los eternos drifts.
Por otro lado, se toma la suspensión del Focus ST y se hace más firme, además de tener programas de ajuste en la amortiguación y una dirección electromecánica revisada. Michelin se estará haciendo cargo del calzado que usara el Focus para que la dinámica sea efectiva.
Pero bajo el capot es donde las cosas se ponen interesantes. Una planta EcoBoost de cuatro cilindros y 2.3 litros desarrolla sobre 315 caballos de fuerza, los que se dosifican con una caja de cambios manual de 6 velocidades.
En su interior, butacas deportivas, volante con fondo recortado y sistema multimedia SYNC cierran el conjunto.
¿Qué sensación nos queda? Que Ford está jugando como se debe y está subiendo el nivel drásticamente. Un auto que se porte como el Subaru WRX STi pero que tenga más confort que este, sin ser tampoco un Audi S3. Está justo en la mitad de todo; practico, rápido, entretenido, conectado y con el look. Un auto que -y anótenlo- dará que hablar mucho durante este año.
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