
A título personal, el pasado domingo se transformó en una especie de catarsis. Después de estar «congelado» la mitad del año debido a mi titulación y cumplir con otras responsabilidades tras mi retorno a #lanaranja, no había podido hacerme presente en ningún tipo de Trackday. Tanto Felipe como Nicolás, han hecho visitas a las distintas fechas que se están realizando. Emilio… bueno, Emilio es el que corre y frecuenta más que nosotros estas carreras y es quien se encarga de cubrir la escena motorsport nacional, al mando de #eldeportivofrances. Es la primera vez que piso un circuito después de la Formula 3 y por nada del mundo me lo iba a perder. El TDX promete, y bastante.
Así que junto a Felipe Gana, nos fuimos a las carreras…

En el TDX no hay discriminación. Todos los autos pueden correr. Desde un Nissan Juke Turbo, hasta un Hyundai Accent. Pilotos con más o menos experiencia, tienen espacio para probar las aguas de la velocidad y en este caso sentir la emoción y la libertad de correr, sobre todo en esta ocasión, en un trazado tan histórico como es Las Vizcachas, el «valle del vértigo» y actual hogar del CMA.

Pasión por los fierros. En autos más modernos o en bellísimos ejemplares de la vieja escuela. A veces nos da la idea que estamos viendo una película a través de la cámara. Existe esa dualidad entre que uno no sabe si seguir viendo los autos pasar o tomarles todas las fotos que uno pueda, como queriendo llevarse todos los momentos con uno.

Lamentablemente ocurren algunas desgracias, producto de la misma pasión. Y todos con ganas de ayudar, con respeto a estas hermosas máquinas y a sus pilotos, quienes son los responsables de que pasemos una tarde entretenida.

Pasión no solo hay en el circuito. Porque la verdadera escena está en el Paddock. Auspiciadores, comida, bebida, las chicas, el rugir de los autos y los fanáticos, quienes se reúnen en torno a sus máquinas preferidas. Hay algunos que ya están acostumbrados a escuchar los nombres Supra, GT-R, WRX, Evo. Pero nunca faltan los que por primera vez, ven los autos con los que trasnocharon jugando PlayStation.

No hay nada más lindo que poder ir con tus compañeros de club y amigos. Todos tenemos nuestros gustos y preferencias. Y poder disfrutar de ellas en comunidad, es parte de la experiencia de un Trackday. Organizarse, juntarse y partir. Compartir experiencias.

Y así también, con la pasión, con el correr de las fechas y la participación de distintos entusiastas, nacen las leyendas…

Si tuviese el auto para correr, no lo pensaría dos veces para unirme a un Trackday, tal cual como hizo Emilio, quien a veces cuelga su cámara y se pone el casco y los guantes. Por fin me saco la espina y me sumo a las buenas vibras que hay tras vivir la experiencia TDX. Encontrarse con amigos, conversar con los fans y fotógrafos, ver como cada persona prepara su auto. No es un capricho o un hobby cualquiera; las tuercas son un estilo de vida.
*Fotografías de los Renault Clio R3 y Suzuki SX4 N3 por Felipe Gana.
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