Haima, autos chinos con un diseño extremadamente familiar

Paseando por los pasillos del Salón del Automóvil 2010 es inevitable reparar en la gran cantidad de marcas chinas que miden fuerzas con los fabricantes tradicionales. Es complejo para ellos llegar a un mercado tan competitivo como el chileno, donde la oferta es muy amplia y los principales actores tienen su cuota de venta relativamente […]

Paseando por los pasillos del Salón del Automóvil 2010 es inevitable reparar en la gran cantidad de marcas chinas que miden fuerzas con los fabricantes tradicionales. Es complejo para ellos llegar a un mercado tan competitivo como el chileno, donde la oferta es muy amplia y los principales actores tienen su cuota de venta relativamente consolidada.

Sin embargo, justo detrás del stand de Mazda encontramos a Haima. Esta sería una marca china más, si no fuera porque cuenta con el título de ser una de las más grandes de ese país, y porque al ver sus autos es inevitable reconocer trazos, diseños, emblema e incluso una tipografía que — de seguro — ya viste en otro lado

Las copias chinas de autos conocidos siempre incorporan algunos elementos de diseño propio, sobre todo en su interior, máscaras y partes traseras. En el caso de los Haima 2 (un hatchback compacto) y 3 (un sedán mediano) — nótese el derroche de originalidad al ponerle nombre a estos modelos — ni siquiera se esforzaron en modificarlo y los únicos cambios significativos están en la calidad de los materiales utilizados en su fabricación: Ecocuero, mucho plástico, focos hechos en policarbonato muy débil y cromados que dejan bastante que desear.

Los asientos no escapan a este problema. Se ven como si fueran mullidos y cómodos, pero no ofrecen una postura correcta ni poseen la terminación, la sujeción ni la calidad mínima aceptable para un auto de este segmento, cualquiera sea el precio que te cobren por él.

Por si todavía no queda claro, lo graficaré de mejor manera: Si Mazda fuera Coca-Cola, Haima sería una Cola con marca de supermercado. No hace falta darle una vuelta a uno de estos para darse cuenta que la vida útil de este auto y sus componentes auguran a su dueño un futuro cercano rodeado de perillas sueltas — las trae sueltas incluso recién salido de fábrica — y una sonajera al andar. De lejos parecen Mazda, pero de cerca se nota claramente que los hacen con mucho menos Zoom – Zoom.

Existe un Haima 7, y por si fuera poca la ‘inspiración’ tomada del Mazda 2 y 3, este otro SUV luce como un CX-7 con pequeñas modificaciones en su máscara y parte trasera. Ni siquiera amerita comentarlo… créanme.

Es una pena que todavía en Chile sea tan fácil introducir vehículos que rompen abiertamente con cualquier convención sobre derechos de propiedad intelectual y diseño. Y aunque esta empresa tuvo un partnership con Mazda hasta 2006 — de hecho, Haima es un nombre compuesto por HAInan y MAzda — parece impresentable que, años después de haber finalizado, la matricería usada para la fabricación de sus autos sea una vil copia que parece gritar a los cuatro vientos «oye, ¿para qué sentarnos a diseñar cosas nuevas si nuestro ex-partner ya lo hizo y le resultó bien?».


No digo que el resto de los fabricantes chinos sean blancas palomas en términos de diseño… de hecho, casi ninguno lo es. Sin embargo, y a título personal, el recuerdo de la redada policial que asoló a los fabricantes de autos pirata chinos en el salón de Frankfurt hace poco tiempo atrás suena como el final más indicado para la historia de estos autos que, de no mediar un reclamo de Mazda, comenzarán a venderse a comienzos de 2011 bajo el alero de Fortaleza, una subsidiaria de Gildemeister que vende vehículos económicos y que apuesta a poner 1000 unidades en la calle… Bueno, ¡buena suerte!

Sí, la van a necesitar.

Consultor Racing5 Se unió hace varios años a Racing5 en calidad de “fanático” cuando asistía a las fechas del Campeonato de Cuarto de Milla de R5. Actualmente divide su tiempo entre blogs y redes sociales. Es el encargado de las relaciones formales de nuestro sitio con otros medios.