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[Test Drive] Chevrolet Sail II 1.5 LT, perro nuevo con trucos conocidos

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Hace unas semanas estuvimos conociendo al nuevo Chevrolet Sail, modelo que en su anterior generación se transformó en el auto más vendido del país. Su precio, habitabilidad y prestigio de marca fueron credenciales suficientes para seducir a muchos de los compradores chilenos. Como no quisimos ser menos, siendo que además el Sail es un auto muy popular en Racing5 (lo espiamos antes de su llegada y lo anunciamos durante su lanzamiento y destape en el Salón del Automóvil), le metimos mano y lo tuvimos durante una semana para ver cómo ha evolucionado este superventas. ¿Tendrá lo que se necesita para seguir siendo el regalón de la familia?

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Por Fuera

Lo que primero llama la atención en el nuevo Sail es su diseño, el cual si bien mantiene las proporciones fluidas de su antecesor, con un cajón más alto y corto que la punta (el perfil que popularizó el Toyota Yaris en su segmento) ahora luce más maduro y de un segmento superior ¿Cómo se logra este efecto? Con una parrilla más moderna y agresiva, que hace uso de aplicaciones cromadas, con pliegues en las puertas y con una zaga de diseño nuevo pero mucho más conservadora que en el modelo original.

El cometido se logra completamente, pero sacrificando parte del atractivo que tenía el Sail, con formas más limpias y juveniles las que en este modelo se comienzan a diluir conforme nos acercamos al portalón, de diseño francamente genérico.

En resumen, echamos de menos un poco el diseño del Sail original. No es que este sea un auto feo, pero tampoco es llamativo u original en particular. 14/20

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El sistema multimedia (pantalla de 4,2» a color) funciona en conjunto con los comandos al volante. Su operación no es muy sencilla al instante, pero con el correr de los días nos acostumbramos. La pantalla también muestra las funciones del climatizador cuando lo activamos. Debemos notar que el sistema de audio tiene una calidad francamente deficiente. De seguro querrás cambiar tus parlantes.

Por Dentro

Donde los cambios son radicales, son en el interior. De un mar de beige con muy pocos acentos y plásticos muy económicos, nos encontramos con un interior donde la calidad percibida es ampliamente superior, pero manteniendo algunos elementos del modelo original. El resultado en cuanto a diseño se agradece bastante. La ergonomía tiene algunos puntos bajos como la posición de los alzavidrios eléctricos (abajo de la consola central, ocultos) y la muy pequeña pantalla del sistema multimedia, la que al menos goza de buena resolución y de algunas funcionalidades bastante interesantes como Bluetooth, almacenamiento de música con capacidad de 2 Gb y proyección del teléfono móvil en la pantalla via USB. En materias de seguridad, este modelo -que es el tope de línea- comprende 4 Airbags y frenos ABS con EBD. Los modelos intermedios y base solo cuentan con doble Airbag. Al menos todos cuentan con anclajes ISOFIX, inmovilizador antirrobo y cinturones de 3 puntas.

Donde el Sail brilla es en su habitabilidad, bastante alta para las plazas traseras y con buena capacidad de maletero (357 litros).

El conjunto finalmente es bastante superior para lo que estábamos acostumbrados, si bien por el precio se echan de menos asientos más cómodos, un computador a bordo más completo y plásticos de mejor calidad en algunas zonas. Ah, y el sistema de audio en su calidad es francamente insufrible, en comparación con el segmento. 14/20

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Tren Motriz

Algo que nos sorprendió bastante, es de la capacidad del motor que porta el Chevrolet Sail. Hablamos de una unidad de 1.5 litros DOHC con 109 caballos de fuerza y 141 Nm de torque, asociados a una caja manual de 5 marchas. Un motor que nos recuerda a las elásticas motorizaciones de consagrados japoneses del segmento, pero de años atrás, como pueden ser Nissan y Toyota. El auto se desenvuelve con mucha soltura, mostrándose siempre muy dispuesto a colaborar con cada maniobra. Es esa muy bien lograda relación entre caja y motor, la que hace que el Sail sea un auto bastante agradable de conducir. Su consumo es apenas mayor que el Sail original de motor 1.4, alcanzando 11,6 km/l en ciudad, 15,6 km/l en régimen mixto y 19,4 en carretera, cifras bastante cercanas a las que logramos nosotros, parcialmente más altas. 17/20

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Al Volante

Manejar el Sail es bastante sencillo y no muestra falencias. A decir verdad es un auto de comportamiento bastante neutral en todas sus áreas, si bien es destacable el trabajo de la suspensión trasera en el agarre del tren trasero a la salida de una curva. La dirección si bien tiene peso, le falta algo de comunicación. Los frenos también muestran una respuesta bastante positiva, en parte gracias al ABS y al EBD.

Si Chevrolet quería hacer al Sail un auto más maduro, lo ha logrado también en el chassis ya que los esfuerzos en robustez y en equilibrio se notan bastante. 15/20

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Valor

Donde se nos hace doloroso evaluar al Sail 2016 es en su precio, el cual ha subido bastante, llegando a los $8.990.000 que cuesta nuestra versión probada. Sin decir que el Sail en su versión tope de línea es un mal auto, es un precio muy alto que no se corresponde con su desarrollo y calidad final. Si, está muy equipado, con sunroof, neblineros, pack eléctrico, sistema multimedia y un buen motor, pero a ese precio ya nos encontramos con modelos más consagrados que van desde el Ford Fiesta hasta el recientemente lanzado Renault Clio de cuarta generación. 13/20

El Sail 2016 nos recuerda un poco a la fiabilidad que entregaban autos como el Nissan Sentra o el Toyota Tercel durante los noventa. Y eso es bastante decir, siendo que son autos que cimentaron un segmento y la reputación de sus marcas en el país. El Chevrolet Sail se percibe como mucho más auto que su antecesor, en todas sus áreas. Es de esos autos que sin ser realmente impactantes, se hacen querer.

  • Por Fuera: 14/20
  • Por Dentro: 14/20
  • Tren motriz: 17/20
  • Al Volante: 15/20
  • Valor: 13/20
  • Total: 73/100

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Ex-Editor y Test Driver - La grua se lo llevó a la competencia, despues de 6 años defendiendo los colores de la Escuderia Naranja. Sin embargo, en su corazón, todos sabemos que es de los nuestros. En Twitter es @absolutbeer

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