
Es difícil introducir un modelo del que ya hemos hablado bastante. Es difícil hacerlo también cuando muchos de ustedes lo conocen y lo anhelan. Icono de modas, de diseño, un referente único, que podría hablar bastante más de la evolución del automóvil y su cultura, de lo que podría hacerlo un modelo de alta gama, costoso o más vanguardista -les duela o no a los europeos-; ese auto es el Mustang.
60 años desde que comenzó su fabricación, el ponycar original ha cambiado bastante, para bien o para mal, pero no podemos negar que se ha adaptado a los tiempos, lo que nos trae a esta nueva generación. ¿Su misión? Ser el mejor de todos los Mustangs y conjugar a la perfección la idea de un deportivo americano, pero pensado para un mercado global… y cuando hablamos de global, eso incluye a Europa, cuna de la perfección automotriz.
Montamos al equino americano y revisamos como es que Ford hizo un muscle car que les pudiera gustar a todos, al fin.
Exterior
El Mustang de esta generación se pensó con una premisa algo compleja. Debía ser evolutivo, en lugar de un ejercicio derechamente retro y sabemos que eso cuesta bastante cuando un diseño es muy reconocido. También debía conjugar algunos elementos del lenguaje de diseño actual de la marca, para poder ser un vehículo global, reconocible en todos lados no solo como un Mustang, sino que como un Ford.
El ejercicio finalmente resulta, con un Mustang que si bien se suaviza en algunos ángulos, por otro lado sigue manteniendo elementos distintivos, como la gran parrilla, las luces traseras con tres barras (ahora en tres dimensiones) y el capo alargado que con sus tomas de aire nos evoca a la segunda generación del Mustang. La cabina ya no trata de imitar las ventanas de los cuartos traseros clásicas del fastback y opta por un conjunto moderno y más actual.
Las líneas dinámicas son menos marcadas, los cuartos traseros son más sensuales, los ópticos delanteros, alargados. El resultado es definitivo, un Mustang moderno, muy atractivo y que por fin puede sacarse la etiqueta de retro, pero que aun así, no pierde sus características clásicas. 9/10
Interior
Cuando entramos en el interior nos suceden dos cosas. Por el lado positivo es el salto en calidad, sean los cueros, los plásticos o los metales. Todo inspira una sensación premium. Y claro, como ya nos logramos dar cuenta, hay cierta inspiración aeronáutica en muchos detalles, pero el diseño general de la consola mantiene las formas de la generación anterior. Aquí se optó por usar el concepto que ya mencionamos en el exterior, pero al revés; mismo diseño, con detalles distintos o mejorados.
El diseño y el confort general en el habitáculo nos llevan directamente al pasado. Consola alta, posición baja de manejo y ventanas angostas. Es como ir en el Mustang original y eso se agradece bastante, en comparación con los modelos de los 70′, 80′ y 90′.
Por las plazas traseras, debemos decir que no son tan incomodas como podríamos haber especulado. Claro, no están pensadas para que vaya algún adulto, pero al menos, por el confort de los asientos, no lo va a sufrir mucho. Estos asientos se pliegan para ampliar el maletero, que de por si tiene un muy buen tamaño.
Confort, espacio, solidez y calidad en los materiales, además de una notable vibra retro. Cumple el objetivo y da espacio para seguir mejorando, como la ergonómica, aún muy americanizada. 8/10
Tren Motriz
Ah… esta es la parte más deliciosa. Muchos tienen dudas sobre el motor 2.3 EcoBoost de cuatro cilindros que el Mustang ofrecerá y que nos evoca los motores Turbo de los modelos SVO. Pero todos sabemos que no hay ponycar sin un V8. En este caso se porta la unidad Coyote de 5 litros, 32 válvulas y sistema Ti-VCT del modelo 2014 y se refresca en los metales y ajustes específicos, para lograr 435 caballos de fuerza a un peak de 6500 RPM y un torque de 540 Nm a las 4250 RPM.
Y como nosotros en #lanaranja somos verdaderos amantes del mundo tuerca, no íbamos a permitirnos probar la caja automática. Nuestro Mustang debía equipar la caja manual, la misma que no estaba disponible para los modelos anteriores. Sumémosle a todo esto, los nuevos modos de manejo y podemos decir que no nos falta nada más que una gran recta para disfrutar. Contundente paquete. 9/10

Sensación de Manejo
El Mustang tira. Es un auto con fuerza. Pero para domar al ponycar y hacerlo un poco más usable y amistoso con la ciudad, se le han otorgado tres modos de dirección ajustable (tiene dirección eléctrica) y cuatro modos de conducción. Por ejemplo, la dirección se ajusta en modo normal como seteo estándar, comfort para una conducción que implique menor esfuerzo y deportivo para tener un tacto directo del tren delantero.
Por otro lado, los modos de conducción marcan bastante la personalidad del Mustang. Digamos que en modo normal, hasta el ronquido del auto baja, percibiéndose suave en la aceleración. Sin embargo es el modo deportivo el que saca todo el poder del V8. Mucha fuerza y mucho torque, tal cual como se espera. El modo pista libera los controles de estabilidad y lo recomendamos solo para «portarse mal» puesto que de cola es nervioso y un solo pisotón podría errarte una maniobra en ciudad. Solo úsalo en pista. Para piso mojado también hay un modo que ayuda a controlar el torque en dicha superficie.
Sin embargo, el cambio más radical es el paso del eje trasero rígido a un esquema de suspensión independiente. Mayor confort de marcha, mejor agarre… por tradicional que fuese el esquema anterior, no existe espacio hoy en día para una suspensión tan anticuada.
Nos gusta que el Mustang sea más inteligente y más hábil. Un clásico con nuevos trucos, que no interfieren con la poderosa sensación muscular y el intoxicante ronquido del V8. 10/10
Maniobrabilidad
El Mustang no es un auto complicado de maniobrar, pero no es el auto más amigable de hacerlo. En todo momento sientes el embrague pesado, la dirección pesada y la palanca de cambios pesada. Está hecho para disfrutar en carretera y para pistear, pero si no estás acostumbrado a andar en un deportivo americano, en lo cotidiano te será agotador. Su posición de manejo y su largo tampoco ayudan mucho para estacionar, si bien cuenta con sensor y cámara de retroceso.
Podríamos decir que en carretera o en pista, la lleva. En ciudad… no tanto, si bien no es su propósito. 7/10
Seguridad
En Ford no han escatimado en recursos y el Mustang lleva todo lo último en seguridad. Frenos de disco con ABS, control de tracción y estabilidad AdvanceTrac, 7 AirBags, asistente de partidas en pendientes, alerta de trafico cruzado, alerta de punto ciego, anclajes LATCH para sillas de niños, monitoreo de la presión de los neumáticos, llave MyKey personalizable con limitación de ajustes del auto… y pensar que en un inicio, los autos americanos eran solo autos toscos. El Mustang se luce con todo su equipamiento. 10/10

Terminaciones
Las terminaciones del Mustang son un lujito. No tanto en la calidad, la que es muy buena, sino que en los detalles de diseño. Por ejemplo los focos traseros de barra, pero en tres dimensiones. Los pequeños faros delanteros cuentas con luces diurnas que también imitan estas barras. En el interior, los detalles aeronáuticos los podemos encontrar en el diseño de una medalla de aluminio inserta en la consola. Los switches centrales, el tacto de la palanca de cambios y hasta un detalle en el velocímetro que se lee «Ground Speed» como si fuese un verdadero avión.
De noche, puedes personalizar el color de la iluminación ambiental en diversos colores, así como también los colores de los relojes de instrumentos. Al bajar del Mustang, se proyecta bajo la puerta el mítico caballo.
En resumen, hay mucho detalle, muy bien cuidado y que le añade al Mustang un toque sofisticado y muy personal. 10/10

Audio
El Mustang, al menos en su versión Premium cuenta con un sistema de audio casi tan poderoso como el sistema de audio mecánico que equipa. Son 12 parlantes distribuidos por todo el habitáculo más un subwoofer instalado en el maletero. Le llaman el Shaker Pro system. Este sistema tiene soporte para CDs, MP3, Bluetooth, puertos USB y AUX, todo manejado por el sistema SYNC/My Ford Touch.
Muy buena calidad y exquisito rendimiento de los bajos, para cuando quieras escuchar otra cosa, aparte del V8. 9/10
Gadgets
¿Cuánto te sorprenderías al saber que le puedes hablar al Mustang? ¿Y qué puedes medir la temperatura de la cabeza de los cilindros? ¿Y qué puedes medir en un gráfico cuantas G estás haciendo? ¿Y qué puedes enfriar o calentar tus asientos? Todo esto es posible y más. Mustang tiene gadgets que también están orientados al performance, como cronometro y estadísticas de aceleración, modo Launch para piques y un bloqueo del tren delantero, para poder quemar caucho tranquilo y tener los neumáticos listos para el cuarto de milla, todo de serie directo desde la fábrica. 10/10
Valor
El Mustang GT Premium esta avaluado en US$ 46.900, lo que en chileno son como 29 millones de pesos. Caro, más que su antecesor. Pero convengamos en algo; los precios han subido y pensemos… autos con estas características, los encuentras con precios bastante más elevados. Podemos dar completa fe de que su nivel de equipamiento esta al más alto nivel, lo que sumado a un tren motriz de alto rendimiento y un diseño fuera de serie… por algo se ven más Mustangs que nunca en Chile.
Si hay algo donde de verdad el Ford Mustang se luce, es en su precio. No es asequible para cualquiera, pero aun así nos entrega mucho por un precio menor que el de muchos europeos de marcas especialistas. 10/10
Resumiendo cuentas. Ford la supo hacer y llevó al Mustang donde jamás lo hubiesen pensado. Tiene todo lo que lo hace ser Mustang, su diseño icónico y su alto rendimiento, pero para satisfacer al mercado europeo y asiático, tiene más tecnología, seguridad y calidad. Es como mandar a un gringo muy nacionalista a estudiar a Europa y que venga reformado, aunque con la identidad intacta. Es sin dudas, el mejor de todos los Mustang. La recomendación de la casa: pídalo con la manual.
- Exterior: 9/10
- Interior: 8/10
- Tren motriz: 9/10
- Sensación de manejo: 10/10
- Maniobrabilidad: 7/10
- Seguridad: 10/10
- Terminaciones: 10/10
- Audio: 9/10
- Gadgets: 10/10
- Valor: 10/10
- Total: 92/100
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