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Como nunca ocurre en un lanzamiento de BMW, estuvimos fuera del concesionario. Además pudimos manejar el auto. Que bien, y hacemos las felicitaciones al equipo de la marca por el lanzamiento, donde los Series 2 Active Tourer estuvieron escondidos tras unas rocas hechas de papel, de donde irrumpieron los modelos al final de la presentación.
De buenas a primeras, el Active Tourer es un auto muy bonito y muy bien proporcionado, pero igual es raro enfrentarse a un BMW que no tiene mucho de «deportivo» en lo estético (salvo que encargues un Kit M, pero sabemos que esa no es su función), porque después de todo, es un auto familiar y solo vera los circuitos desde afuera,
¿Dónde se esconde el BMW que lleva adentro? En el motor y en su dinámica de manejo. Salimos en el 218i que monta el motor del Mini Cooper y si bien se entiende que es un motor pequeño, tampoco es el más pequeño porque lleva 1.5 litros de capacidad y Turbo. En los sinuosos caminos de la ruta que va hacia Farellones (no la zona de curvas) el auto se conduce con agilidad y ligereza, si bien de tacto es un poquito áspero por los neumáticos Run Flat. Con el modo Sport, aparece su lado más deportivo, progresivo y despierto. Vale destacar que el computador a bordo tiene un programa que lee tu nivel de manejo y te «enseña» a ser más eficiente, por ejemplo si frenas un poco pasado.

El interior es cómodo y fácil de operar, pero nos da una sensación de que por el precio, lo que trae de serie es muy básico y esa será su mayor piedra de tope a la hora de enfrentarse al Mercedes-Benz Clase B.
Lo segundo es la propuesta de BMW. Estamos claros que en Chile, las minivan, las station wagon y los monovolumenes, han sido reemplazados por crossovers y SUV. ¿Este Active Tourer será mejor elección que una X1? Según los amigos de BMW sí, porque nos cuentan que hay un cliente que «se les arranca» al no querer un auto muy grande o uno todo terreno y que sea más práctico para la familia. Solo el tiempo nos dirá si este BMW encuentra a su familia ideal.
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