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¿Y esto, en que se traduce? En que cuando tomas el auto, tiene ganas de correr. Que cuando vas en carretera y tomas una curva con un poco más de agresión, hay seguridad, hay un agarre que parece que fueras en una montaña rusa y como vas sentado en una butaca deportiva con un volante muy pequeño enfrente y con un escape que retumba un poco en el interior, finalmente lo único que quieres es llegar a una pista a correr. Se hace adictivo.
Lo segundo es su exterior, el que llama mucho la atención. Es poco discreto, pero también es un testimonio a lo que simboliza el GTi. Es un auto joven, de diseño futurista y en donde te queda muy claro que es un auto especial.
En un principio eso sí, acostumbrarse a un auto más pistero, como a todos, tiene sus mañas. Por ejemplo, pedales de un tacto irregular y los frenos muy sensibles. Nos tomó un tiempo habituarnos, hasta que ya nos fue natural. Lo segundo es dar con la sorpresa de que su suspensión, si bien es firme y clava al 208 en el asfalto, no es para nada incomoda.
Por ahí nos preguntaron, que tal anda con respecto a uno de sus rivales naturales, el Clio IV RS. Bueno, en el papel, el 30th Anniversary se lo lleva, además de que es un auto más refinado en calidad y muchísimo más directo, por la caja manual. El Clio IV RS es más práctico, tiene 5 puertas y su diseño interior es más convencional. Lo que sí, su caja automática, por sofisticada que es, lastra bastante el desempeño de su motor, restándole buena cuota de entretención. Ah, y es más áspero para el uso diario. Son dos propuestas distintas, muy deseables y con harta pimienta, pero donde el 30th Anniversary se coloca un peldaño más arriba.
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[Test Drive] Peugeot 208 GTi 30th Anniversary, rebelde con causa | Racing5
12 agosto 2015 at 9:30[…] a Chillan/Concepción para conocerlo, nos hicieron bullying porque no lo queríamos soltar, le sacamos dos notas y aun así no nos basta. Hablamos del ejemplar bicolor que tienen en la foto, […]