Como

Y claro, tú nos dirás, que hacemos con dos autos de confort en una pista. Bueno, nosotros te respondemos que la pista no solo es para correr, sino que es un lugar seguro y tranquilo para poner a prueba estos dos modelos, aprovechándose del entretenido pero desafiante trazado sureño. Las pruebas fueron organizadas por un amigo de la casa -que hoy se encuentra más dedicado a las motos-, Matías Horta, y quien conoce muy bien el circuito. Comenzamos reconociendo el circuito y probando la estabilidad del auto en las curvas, donde la trayectoria se marcó con conos. Después se configuraría una sección de frenado y una zona de slalom.
Tanto el sedán como el RXH equipan una caja automática de 6 velocidades, con modo manual, Sport y Winter. Para efectos de esta prueba, como no andamos al límite, dejamos que la caja en modo Sport hiciera lo suyo, y con eso significa que las revoluciones subirán un poco más y que sostendrá más los cambios, pero esta caja no es la idónea para labores de pista y se nota el patinaje, en favor de una transferencia de torque más generosa.
El sedán tiene un neumático distinto que el del RXH y por ende hay que pelearlo un poco más en curvas, si bien en plano se siente más estable y un poco más directo. Las asistencias electrónicas juegan un gran papel en estabilizar el auto, sobretodo con las curvas ciegas, toboganes y desniveles de Interlomas. El RXH por su lado se beneficia de un motor mucho más entretenido, que permite sacar el auto con comodidad de las curvas, además de presentar un grip mayor, gracias a los neumáticos. Lo que sí, la suspensión, al estar seteada para un confort más alto, tiende a balancearse más.

En la carretera, la diferencia en potencia se siente en el RXH con respecto al Sedán y por lo mismo hay una seguridad extra a la hora de hacer maniobras. Sin embargo a ratos, y con más velocidad, debemos notar que el 508 se pone un poco «nervioso». No sucede en autopista (como la Ruta 5) pero si en carreteras interiores, cuando uno va más rápido.
Desde Interlomas, conducimos hasta Capitán Pastene para comer un rico almuerzo y después continuar hasta el hotel del Centro de Ski Corralco. En una de las actividades, nos dirigimos por un camino bastante estrecho de polvo y tierra que bordea los cerros, para alcanzar un mirador con vista a los volcanes de la zona (como el Lonquimay). La falta de tracción en algunos tramos con el 508 Sedan (habían tramos con más cantidad de tierra suelta) no era la misma en el RXH donde la suspensión y la electrónica mejoran la pisada. La caja de cambios en modo Winter mejora ligeramente la sensación de torque para ir más seguros.

El RXH no tiene tracción a las cuatro ruedas, solo tracción delantera, por lo que no sería adecuado decir que es un crossover que se porta como un todo-terreno, como la Volvo XC70 o la Subaru Outback. Pero si es un auto familiar muy rápido y con un confort de marcha perfecto para caminos de tierra y campo. El 508 Sedán en cambio tiene sus ojos en las autopistas y en la ciudad, donde muestra su calidad de rodado. Suponiendo que los caminos están mejorando, que ya no es necesario tener un tractor para llegar a la casa de la playa o a un lugar de vacaciones (que no incluya barro y nieve profunda) el RXH será un buen compañero, con el añadido que no gasta casi nada, comparado a sus rivales de más tiempo.
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