20 años del BMW M3 (parte 1): la primera generación de 1986

El pasado año se cumplieron 20 años de la aparición del primer BMW M3, basado en el BMW Serie 3 E30. Aprovechando este aniversario, y la aparición este año de la cuarta generación del M3, vamos a aprovechar para repasar su historia en una serie de tres posts sobre sus tres generaciones. La primera generación […]

BMW M3

El pasado año se cumplieron 20 años de la aparición del primer BMW M3, basado en el BMW Serie 3 E30.

Aprovechando este aniversario, y la aparición este año de la cuarta generación del M3, vamos a aprovechar para repasar su historia en una serie de tres posts sobre sus tres generaciones.

La primera generación del M3 data de 1986, aunque un año antes las revistas de la época ya comenzaban a hablar de un “súper 3”. Basado en la serie E30, tenía una potencia de 200 caballos y superaba los 230 km/h, acelerando de 0 a 100 en 6,7 segundos.

El motor era un 2.0 de cuatro cilindros, más pequeño que el seis cilindros que ya montaba el Serie 3 en aquella época pero que se adaptaba mejor al rendimiento deportivo entre otros motivos por la reducción de peso (1.200 kilos en total, lo que le daba 6,15 kg por caballo).

BMW M3

Su cigüeñal era un 60% más rígido que los modelos de calle de cuatro cilindros de la Serie 3, por lo que soportaba hasta 10.000 rpm. Sin embargo las revoluciones máximas para el primer M3 eran de 6.750, dejando margen a posibles actualizaciones futuras.

Para probar la fiabilidad del coche, varios pilotos recorrieron por turnos 150.000 kilómetros a máxima velocidad en el circuito italiano de Nardo.

BMW M3

Además de las versiones para circuitos, que llegaron hasta los 360 caballos, hubo varias ediciones especiales que se pusieron a disposición del público. La primera fue la Sport Evolution, de la que se fabricaron 600 unidades y que tenía una potencia de 238 caballos.

Como curiosidad, en Italia y Portugal se vendía con 192 caballos para no superar el límite de potencia desde el cual se aplicaba el impuesto de coches de lujo.

En total se vendieron 17.970 unidades de la primera generación del BMW M3, de los cuales 786 eran descapotables.

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.