Así se cría a un fanático de los autos

Si usted tiene un hijo y quiere que le salga tan tuerca como el padre, la solución es simple: Subalo a su Porsche, instale la butaca para niños con fijación Isofix, pongale el cinturón de seguridad y sáquelo a pesear a altas revoluciones. La sensación en su diminuto estómago evangelizará inmediatamente su pequeña mente convirtiéndolo […]

Si usted tiene un hijo y quiere que le salga tan tuerca como el padre, la solución es simple: Subalo a su Porsche, instale la butaca para niños con fijación Isofix, pongale el cinturón de seguridad y sáquelo a pesear a altas revoluciones.

La sensación en su diminuto estómago evangelizará inmediatamente su pequeña mente convirtiéndolo en un futuro fan de Racing5.

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.