Daniel Gouët terminó 11° en la octava etapa y subió al puesto 18° en la general

Daniel Gouët sigue sorprendiendo, y se sigue sorprendiendo a sí mismo con el rendimiento alcanzado en el Dakar 2011, tras alcanzar el puesto 11° en la octava etapa Antofagasta-Copiapó, y trepar al 18° en la clasificación general. Con 23 años y recién comenzando en el rally cross country, Gouët está disfrutando el momento, y se […]

Daniel Gouët sigue sorprendiendo, y se sigue sorprendiendo a sí mismo con el rendimiento alcanzado en el Dakar 2011, tras alcanzar el puesto 11° en la octava etapa Antofagasta-Copiapó, y trepar al 18° en la clasificación general.

Con 23 años y recién comenzando en el rally cross country, Gouët está disfrutando el momento, y se mantiene firme en su estrategia de “andar tranquilo”.

“Hoy igual aceleré más. Le puse porque me sentía seguro, pero nunca arriesgué ni pasé ningún susto, puntualizó el piloto de Concepción. Mañana le voy a poner un poquito porque es pura arena, pero después los últimos días en Argentina tranquilo no más”.

Con velocidades que fluctúan entre los 80 y los 145 kilómetros por hora, Gouët aprovechó los tramos de arena en que se siente mejor para avanzar.

“Me tocó mucho menos polvo que en otros días, en las dunas navegué muy bien y en los lechos de río bajé un poco porque estaba fácil para caerse. Y en el último tramo, los últimos 100 kilómetros de pura duna fue donde mejor estuve”, relató el piloto sobre su Honda CRF 450 X.

El penquista tuvo tiempo para ver en plena carrera a sus padres, algunos familiares y amigos que vinieron a apoyarlo desde Concepción.

“En el camino me pillé con mi mamá y amigos, con mucha gente, y eso fue muy motivante y me dieron más ganar de acelerar. Estar en esta situación es una sorpresa, y estoy motivado para seguir, creo que puedo tener futuro acá en el rally”, planteó el hombre del Tamarugal Honda Racing.

“En la última parte de las dunas venía junto a David Casteau, campeón del mundo en 450 este año e íbamos totalmente parejos. Cuando terminamos me felicitó, y eso fue muy agradable”, agregó Gouët.

El joven piloto penquista agregó que “la moto anda espectacular. Me responde en todo lo que pido. Además cada tarde vemos algunas pequeñas modificaciones para el otro día, y éstas funcionan a la perfección. Así se puede andar tranquilo”, reveló.

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.