Entrevista a Carlos Muñoz, piloto colombiano de IndyCar (Parte 2)

Cuando hablamos de metas a mediano, largo, corto plazo es importante hablar con Carlos Muñoz del tema, ya tiene el 2016 encima, ya tienes metas claras, pero ¿Cómo se ve usted en dos o tres años, dentro de la categoría? “Yo me veo ojalá que con dos 500 Millas de Indianápolis, por lo menos con […]

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El representante colombiano se fue a vivir a los 12 años de edad a Europa para en el futuro ser un piloto profesional (Imagen: IndyCar Media)

Cuando hablamos de metas a mediano, largo, corto plazo es importante hablar con Carlos Muñoz del tema, ya tiene el 2016 encima, ya tienes metas claras, pero ¿Cómo se ve usted en dos o tres años, dentro de la categoría?

“Yo me veo ojalá que con dos 500 Millas de Indianápolis, por lo menos con un campeonato y con muchas victorias. La verdad es que estoy súper contento de estar corriendo en IndyCar, sobre todo por la competitividad del campeonato. En ningún campeonato de automovilismo se ve, a lo mejor se ve en las categorías inferiores que todos son los mismos carros, pero no se ve una categoría a este nivel que sea tan competitiva. Estoy muy contento y como dije antes espero ser un Tony Kanaan, que a los cuarenta años siga viviendo de lo que me gusta y siga en la categoría que me gusta, que es la IndyCar”.

Todos los aficionados y obviamente cuando uno lo escucha hablar a usted de Indy 500 es un momento seguramente especial, pero hay un momento que solamente o una circunstancia que solamente lo viven treinta y tres personas en el mundo ese día, ¿Qué se siente estar dentro de ese templo de la velocidad y obviamente estar compitiendo por el triunfo? usted ya ha vividos esas dos sensaciones, segundo en su primera participación, cuarto en la segunda. En ese momento durante esas tres horas de carrera, ¿Qué vive un piloto al interior de ese vehículo?

“Personalmente yo vivo todo antes de la carrera. Una vez se prendan los motores no hay autodiálogo, todo sale automático y no pienso mucho, pero antes de la carrera es increíble, en la primera vuelta que normalmente hacemos tres o cuatro vueltas de parade, lo que hacemos de espectáculo para que la gente vea. Me acuerdo que la recta principal se veía mucho más estrecha por la cantidad de gente, de público en las gradas. Me cuerdo que Michael me lo dijo, y no, es imposible que la recta sea más estrecha, efectivamente salí y me fijé y se veía mucho más estrecha la recta principal. Y bueno es verdad, es increíble toda la gente… hasta los gritos se escuchan dentro del carro. Me acuerdo en la bandera amarilla de la última (vuelta) en mi primer año, me acuerdo en la amarilla oír los gritos de la gente apoyando a todos los pilotos y es algo que trescientas mil o cuatrocientas mil personas gritando es algo que no se ve en ningún sitio”.

Ustedes viven a 340-360 Km/h una cantidad de sensaciones que muy pocas personas pueden percibir, ¿Cuál es la que más le queda a usted?

“La que más me gusta es ir a esa velocidad, si no sentirla. Sobre todo la que más me gusta es… después se nota, después de varios meses sin subirse a un óvalo y de estar en un circuito y subirse a un óvalo se nota en las primeras vueltas que todo pasa tan rápido. Normalmente los pilotos tenemos muchas referencias visuales en el circuito, sobre todo en los circuitos callejeros o circuitos permanentes tenemos muchas referencias visuales y en los óvalos todo pasa muy muy rápido en las primeras vueltas, pues el cuerpo humano se tiene que volver a acostumbrar. Es de las sensaciones más bonitas que hay, que pasa todo tan rápido y sentirte seguro en el carro y que es donde estás tu en el carro y a esa velocidad”.

Usted viene de la escuela europea, prácticamente un proceso lógico y que muchos deberían seguir para luego llegar a América. Hemos visto como pilotos que vienen de Europa tienen un mejor rendimiento en América que si se hubiesen quedado en Europa, pero realmente, ¿Cuáles son las dos diferencias o cuál es la diferencia más grande que hay entre el automovilismo americano y el automovilismo europeo para Carlos Muñoz?

“Si un día me pregunta un papá de un niño joven que vía tomar yo les diría… Estados Unidos sin lugar a duda, aunque también les diría que en Europa está la escuela, que es donde más se aprende, porque están todos los mejores… el automovilismo viene de Europa y están los mejores pilotos, están los mejores equipos… bueno no digo los mejores equipos, pero está la gran mayoría de los mejores pilotos. Es la cuna del automovilismo es Europa, hay unos circuitazos increíbles, hay muchas categorías donde aprender y en cada categoría hay treinta, cuarenta niños, entonces es algo que no se ve”.

“Pero un día el objetivo es ser piloto profesional y en Estados Unidos hay una cosa muy bonita que se llama Mazda Road to Indy, que es un campeonato que empiezan los niños jóvenes con quince, catorce años en la categoría que se llama USF2000. El que gana le pagan al año siguiente en la Star Mazda, el que gana la Star Mazda le pagan al año siguiente la Indy Lights y el que gana la Indy Lights le dan como mínimo cuatro carreras de la IndyCar y eso en ningún campeonato en Europa se ve. Cuando uno gana la antesala de la Fórmula 1, la GP2 le dan un trofeo y le dicen bueno muchísimas gracias. Hemos visto que en los últimos años el ganador de GP2 no tiene ningún asiento ni en IndyCar, porque IndyCar es completamente otra filosofía a la de Europa, entonces un campeón de la GP2 no ha ido a Fórmula 1 en los últimos años. Hemos visto que en Estados Unidos sí, como yo haciéndolo bien en Indy Lights pues he llegado a lo más alto, como ha sido Jack Hawksworth, también como lo ha hecho Gabby Chaves, Sebastián Saavedra que eso en Europa no se ve, entonces yo ya a un papá le digo que su hijo sea un profesional ¿o qué?, entonces váyase a Estados Unidos, porque en Europa eso no existe”.

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Los IndyCar alcanzan una velocidad de 360 Km/h en los óvalos (Imagen: IndyCar Media)

Ya hemos hablado de la persona que conocemos con el casco puesto, que anda a 360 Km/h en los diferentes autódromos de Norteamérica, pero sería bueno tocar un poco quién es Carlos Muñoz.

“Soy un joven que un poco tímido al principio, reservado, un muchacho alegre, me gusta vivir el día al día, soy bastante serio por el trabajo, siempre lo he sido. Tengo muy claras mis prioridades desde los doce años, que es lo que he querido hacer, he sacrificado muchas cosas, pero bueno, soy un ambicional de ganar, de ganar carreras, de hacer mi propio nombre en el automovilismo colombiano y siempre dar algo de vuelta a la gente que lo necesita. En este caso mi gran objetivo es ayudar a las jóvenes promesas del automovilismo en un futuro y los que son realmente buenos brindarles ayuda a que lleguen donde uno ha llegado y también a la gente que realmente necesita educación. Todo esto es algo que he tenido en mi mente y siempre hago lo que he querido hacer”.

¿Qué es lo que más extraña de Colombia?, a pesar que usted desde muy pequeño la dejó, pero la visita con frecuencia ¿Qué es lo que más extraña del país?

“Hoy en día gracias a Dios vivo relativamente cerca de Colombia, tres horas. Pues dejar mi país, aunque a los ocho años o nueve años mi papá me enviaba todo el verano a España a entrenar me encantaba, nunca me forzó a hacer nada, pero a los doce años que me sentó y me dijo ¿Quieres hacer esto profesional o tomártelo como hobby? Dije quiero hacerlo profesional entonces me dijo que no hay otra manera que ir a Europa. Europa era la única escuela para ir y me fui a los doce años a vivir con una familia nueva, lógicamente lo que más extraña uno es la familia, la cultura de la familia, aunque siempre he tenido la suerte que mis papás siempre iban pues se lo han podido permitir y siempre muy seguido a Europa a visitarme cuando era joven. La familia es lo que más uno más extraña, luego está la cultura colombiana, dejar a los amigos de la infancia atrás y conocer nueva gente, siempre ha sido duro. La comida colombiana, habituarse a una comida nueva, los paisajes, las facilidades que hay aquí que no hay en Europa, entonces todo eso se extraña. Uno se siente más colombiano cuando uno vive en el exterior que cuando vive en Colombia. Siempre he querido demostrar que soy colombiano, porque soy colombiano y siempre como todos los colombianos que viven en el exterior se muestran más colombianos que los que viven aquí”.

Doce años de carrera deportiva ¿Le cambiaría algo en algún año o la volvería a repetir si tuviera la oportunidad?

“La verdad es que nunca me he puesto a pensar eso, lo pasado, pasado está, no se puede cambiar nada. Yo creo que todos los años que he competido he aprendido algo. Tal vez digo bueno… hice este error una carrera yendo primero me choqué a falta de cinco vueltas (del final). Son cosas que uno aprende, de los errores uno aprende y todo esos errores que cometí, ese año tan duro que tuve, el último año de competencia mía en Europa, pues aprendí a madurar y a saber la suerte que tenía de contar con el apoyo de mi familia, entonces hay que aprender de cada uno de ellos. Gracias a ellos hoy soy lo que soy y hay que seguir aprendiendo. El que no aprende más se estanca y estancado significa que uno no mejora, no progresa y todo el mundo hoy en día progresa, entonces hay que ir aprendiendo en todo tipo de aspecto, como en el automovilismo, con mi vida deportivo, como también vida personal y esa vida personal te va ayudar mucho en tu vida deportiva”.

No todos los jóvenes en Colombia tienen la oportunidad de triunfar por diferentes circunstancias: por el país que somos, por la cultura que tenemos, por de pronto las desigualdades que existen dentro de nuestro país, pero debe quedar algún mensaje positivo para todo este tipo de personas, ¿Cuál es ese mensaje, Carlos? ¿Qué le deja de enseñanza a ese tipo de personas?

“Siempre he dicho sea deportivamente o sea en la vida nunca rendirse, siempre seguir adelante, nunca mirar hacia atrás. Uno tiene que ir a buscar las cosas. La gente que dice que las cosas vienen solas no es así, las cosas… uno tiene que salir y buscar las cosas no así quedarse sentado, si no salir a buscar las cosas. Y nunca rendirse, habrán momentos muy malos, pero siempre hay que seguir trabajando, aprender de ello y al final uno va a ver la luz al final del túnel, como yo la vi al final del túnel cuando me vine aquí a Estados Unidos y por fin la vi y ya entré, ya abrí la puerta a ese cuarto, entonces yo realmente quiero cerrar esa puerta y mantenerme ahí por muchos años”.

Entrevista a Carlos Muñoz, piloto colombiano de IndyCar (Parte 1)

 

Colaborador Racing5 - Especialista en Automovilísmo nacional y Pilotos Chilenos. “Amante del automovilismo de pista. Esto me ha permitido trabajar con pilotos nacionales y extranjeros. Además he podido conocer representantes y encargados de prensa. Para mí, cada fin de semana, es sinónimo de ver carreras”.