Es un pájaro, es un avión. No, es Mark Webber!

El pasado domingo durante el Gran Premio de Europa en el circuito español de Valencia quienes seguimos la máxima categoría del automovilismo mundial fuimos testigos de un tremendo accidente protagonizado por Mark Webber mientras intentaba sobrepasar al Lotus de Hekki Kovalainen. El piloto australiano de RedBull voló por los aires, generando una de las imágenes […]

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El pasado domingo durante el Gran Premio de Europa en el circuito español de Valencia quienes seguimos la máxima categoría del automovilismo mundial fuimos testigos de un tremendo accidente protagonizado por Mark Webber mientras intentaba sobrepasar al Lotus de Hekki Kovalainen.

El piloto australiano de RedBull voló por los aires, generando una de las imágenes más inéditas que se puedan ver en la Fórmula 1 y que corona este artículo, un monoplaza de Fórmula 1 con piloto en su interior apuntando directamente al cielo, sin pavimento bajo sus neumáticos y esperando una estrepitosa caida a causa de la gravedad.

Tras el salto, el video del accidente y las impresiones de Mark Webber luego de la carrera.

«Me siento un poco adolorido hoy, pero estaré bien llegado el fin de semana y no puedo esperar para volver a subirme al auto», dijo Webber su web oficial. «Tengo unos cortes y magulladuras, pero por lo demás estoy bien.»

«Mi auto se sentía como que estaba en el aire durante mucho tiempo», dijo Webber. «Incluso tuve tiempo de preocuparme por si había puentes en ese momento en la pista, que, por suerte, no los había. Si hubiera habido uno, lo habría golpeado porque me fui muy alto. Pero el coche soportó muy bien el accidente.»

Consultado sobre la posible responsabilidad de Hekki Kovalainen en el accidente, Webber respondió: «Entiendo que la F1 no es un evento de caridad, hay que luchar por cada posición – pero no cuando estás cinco segundos detrás del lider y tienes uno de los coches más rápidos de la categoría detrás de ti. Quiero decir, ¿cuánto tiempo iba a mantenerse Heikki detrás mío? Otros 15 segundos? Debe estar preguntándose si valía la pena.»

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.