James Hinchcliffe ha recibido finalmente buenas noticias. El piloto canadiense se enteró ayer, de parte del Doctor Michael Olinger, director médico de IndyCar, que podrá correr en las 500 Millas de Indianapolis y clasificarse a la carrera, luego de ser habilitado para manejar por los doctores tras la conmoción cerebral sufrida en la carrera del sábado en Indianapolis. Hinchcliffe siguió el proceso regular después de una conmoción cerebral, pasar unos días de reposo, luego comenzar la actividad física moderada cuando el doctor lo autorizara y finalmente, aprobar la prueba Impact para pilotos que han sufrido este tipo de lesiones y que prueba que las aptitudes para manejar estén en perfectas condiciones. «Hinch» completó exitosamente estas pruebas y ahora puede volver al habítaculo de su Dallara N°27, que hasta hoy fue puesto a punto y manejado por Ernesto José Viso.
La conmoción cerebral de Hinchcliffe se dio mientras corría el Grand Prix de Indianapolis, y se debió al golpe con una pieza de otro auto que se desprendió a alta velocidad. Apenas se produjo el golpe, Hinchcliffe notó que había algo que andaba mal y detuvo su auto apenas pudo, pidiendo ayuda médica tras encontrarse con un gran dolor de cabeza. El canadiense fue derivado al Hospital Metodista de Indianapolis, donde se le diagnosticó la conmoción cerebral. Mala noticia considerando que las prácticas para la Indy 500 comenzaban al día siguiente, el domingo. Hinchcliffe se perdió toda la semana de entrenamientos, pero podrá subirse a su máquina desde mañana y podrá clasificar su auto, lo que no lo obliga a partir último como hubiera sido el caso si hubiese habido cambio de piloto.
Para Viso, a menos que Andretti Autosport valore su buen trabajo y le ponga un sexto auto (la organización ya está con un quinto auto pilotado por Kurt Busch, extra a los cuatro que corren normalmente), esto significa que sus servicios no son requeridos más. Seguro Ernesto se quedará un día más en Indianapolis para ayudar a transferir toda la experiencia y datos a Hinchcliffe y luego a esperar que salga un acuerdo de última hora para ser el piloto N°34 en la grilla de 33 autos y forzar la eliminación de una máquina en la clasificación. Otros pilotos como la británica Katherine Legge, también buscan convertirse en ese piloto N°34, pero necesitan equipo para poder clasificar.
