La IndyCar tiene nuevo trofeo: Desde este año, los campeones se llevarán la «Astor Challenge Cup»
Uno de los puntos innecesariamente flojos de la IndyCar en 2010 fue el trofeo entregado al campeón Dario Franchitti en la final en Homestead-Miami. Debido a la desaparición del nombre «Indy Racing League» con el cual la Indy fue reconocida desde su nacimiento en 1996 hasta 2009, la copa que utilizaba esta categoría con dicho […]
Uno
Las críticas fueron escuchadas por el jefe de la IndyCar, Randy Bernard, que se propuso el objetivo de reemplazar el anterior trofeo con algo que tuviera relación con el deporte, representara la historia del open-wheel estadounidense y fuera elegante y de buen gusto. La respuesta la consiguió en la Copa Astor (Astor Challenge Cup), un trofeo que se entregó en 1915 y 1916 al ganador de una carrera de autos que se realizaba en un ex-hipódromo de Nueva York.
La Astor Challenge Cup tuvo su versión inaugural en 1915, ofreciendo la no menor cifra de U$50.000 dólares al ganador, premio que duplicaba lo entregado en ese mismo año por las 500 Millas de Indianapolis que cumplirían su tercer año. El trofeo Astor, hecho de plata y con una doble base de granito, fue ordenado por el millonario y filántropo Vincent Astor, hijo de un prestigioso empresario industrial de la época, John Jacob Astor. Esto permitió los contactos de alta alcurnia para auspiciar la carrera, los autos y ofrecer el importante premio en dinero. La carrera consistiría en una carrera de 350 millas en un óvalo de 2 millas de longitud, en el Sheepshead Bay Race Track, un ex-hipodromo ubicado en Nueva York y adaptado para las competencias de vehículos motorizados por una asociación en la que participaban activamente los Astor.
A pesar de que todo pintaba bien para la Astor Cup, con socios con mucho dinero y por lo tanto, la casi asegurada aparición de los mejores constructores de bólidos y pilotos de la época, la carrera duró solamente 2 años. En 1915, la carrera fue ganada por el noruego Gil Andersen a bordo de un Stutz con una velocidad promedio de 165 kilómetros por hora completando las 350 millas en 3 horas y 24 minutos. La edición quedaría marcada por una tragedia, ya que el piloto estadounidense Harry Grant falleció en las prácticas para la competencia. Grant era conocido en el ambiente tuerca de la época ya que fue bi-campeón de la Copa Vanderbilt (en 1909 y 1910), una de las primeras carreras de duración realizadas en Estados Unidos y cuyo legado siguió vivo ya que el trofeo Vanderbilt hizo de copa para los campeones de ChampCar hasta su desaparición en 2008.
En 1916 se realizaría la última edición de la Astor Cup con el recorrido recortado ahora a 250 millas. El vínculo con Indianapolis se haría más presente ya que el oriundo de Indiana, Johnny Aitken, a bordo de un Peugeot propiedad del «Indianapolis Speedway Team Company» se llevaría la victoria con un promedio de velocidad de 168,151 kilómetros por hora, completando el recorrido en 2 horas y 23 minutos.
Aitken mantiene un récord en el Indianapolis Motor Speedway, ya que a pesar de no haber ganado las 500 Millas de Indianapolis en sus tres participaciones (aunque logró una pole), el piloto estadounidense es el que tiene el récord de mayor número de victorias en IMS en la historia con 15 en 41 participaciones. En esa época, el Speedway no solo se usaba para Indy 500, un evento que lograría su mayor relevancia una vez que pasaron los primeros años de su historia. La carrera de Aitken se vio acortada ya que murió de influenza (gripe española) en la pandemia que afectó al mundo en 1918. Ray Harroun, el primer ganador de las 500 millas, es quién se ubica segundo en victorias en Indianapolis pero muy lejos de Aitken, con 8 triunfos.
La primera Astor Cup en IndyCar será recibida por Dario Franchitti o Will Power este domingo una vez finalizada la gran final de temporada en Las Vegas. Ellos podrán quedarse con una replica del trofeo, en tanto que el nombre del campeón será tallado con láser en la base del trofeo, junto con todos los campeones nacionales de la historia del open-wheel estadounidense, partiendo desde 1909.
Randy Bernard, el CEO de la IndyCar señaló que «Deseamos unir nuestra tradición y herencia con nuestro futuro. Era muy importante para nosotros encontrar un trofeo que fuera una pieza de arte, con la que los pilotos realmente se sientan honorados al ganar». Definitivamente, la Astor Cup está mejor que el tipo en el uniciclo.
Felipe Gana
Editor Área Motorsport Sigo el automovilismo desde los cuatro años. Es un deporte que nunca deja de sorprenderme, y que me gusta porque mezcla tanto la destreza y estrategia de los pilotos y equipos con la mecánica y tecnología de los automóviles. Me puedes encontrar en Twitter hablando sobre autos como @felipegana