¿Te acuerdas cuando te contamos que Justin Wilson ganó la Firestone 550 en Texas Motor Speedway el sábado? Era una bonita historia, claro que si: Un piloto veterano que siempre había sido marcado como un mal piloto en óvalos corriendo con un equipo de poco presupuesto ganaban la segunda carrera que lleva más público en la temporada de la IZOD IndyCar Series. Bueno, resulta que no todo terminó siendo tan positivo, ya que Wilson corrió con un auto fuera de reglamento en Texas. A pesar de eso, IndyCar ha decidido que el piloto británico conserve la victoria que logró en un infartante final al superar a Graham Rahal faltando dos vueltas para el final y solo lo penalizará con 5 puntos y unos pocos dólares ($7500).
El auto de Wilson corrió con elementos aerodinámicos no permitidos en los pontones de su Dallara DW12. Estos elementos fueron autorizados en el kit para competir en las 500 Millas de Indianapolis, pero no debían utilizarse en Texas. Según Randy Bernard, CEO de IndyCar, de alguna forma los oficiales pasaron por alto este detalle en la inspección técnica previo a la carrera y solo lo descubrieron una vez terminada la carrera, procediendo a dejar constancia de lo anterior y ante lo cual la categoría ha decidido penalizar a Dale Coyne Racing y a Wilson por la infracción.
IndyCar «no tiene claro» si el uso de estos aditamentos aerodinámicos ayudó a Wilson a ganar la carrera. Will Phillips, vice presidente de tecnología de la categoría argumentó que el efecto de los elementos no debió ser muy importante porque Wilson solo se ubicó 17° con los mismos elementos usados en la sesión de clasificación. Curiosamente, en la inspección técnica previo a la clasificación IndyCar tampoco detectó la incongruencia del auto del británico.
Aunque la noticia no será demasiado difundida, es otro día común y corriente en el mundo de IndyCar, donde es imposible generar moméntum porque cada vez que se avanzan dos pasos, se retrocede al menos uno…
