[Test Drive] Volkswagen Polo 1.6 MT5 Highline, la opción discreta

El Polo está de regreso en Chile. El pequeño compacto de Volkswagen llega con todo el empuje que el WRC le brinda, buscando hacerse un espacio entre sus rivales y nosotros le tomamos el pulso para ver si esta a la altura.

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El Volkswagen Polo en esta generación, llegó con bombos y platillos. Debutado globalmente el 2010, se llevó muchos premios como Auto del Año. En Chile sin embargo, su paso fue un poco más discreto. A principios de este año, el Polo tuvo un relanzamiento (con WRC y todo), buscando nuevamente posicionarse en el mercado de los compactos, junto al Ford Fiesta, Renault Clio, Mazda2 y Peugeot 208, así como el Škoda Fabia y ciertas versiones del Toyota Yaris o Suzuki Swift. Han pasado casi 6 años y el Polo ya está viviendo los últimos en esta generación.

En cuanto a diseño, el Polo es inequívocamente un Volkswagen. Lo reconocerás al instante, incluyendo una silueta limpia y libre de cortes, formas geométricas y mucha sobriedad. En un segmento claramente juvenil, es un contra, al lado de los futuristas diseños de sus rivales, sin embargo también es un plus, al ser claramente la alternativa que más le gustará al público formal. Con, neblineros, llantas e intermitentes en los espejos, tampoco muestra un look muy «LX» por lo que no desentona. Entre nosotros… si, el paso de los años se comienza a sentir.

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El interior del Polo es cómodo en lo general. Si echamos de menos asientos más mullidos o una mejor postura, pero no es malo en lo absoluto. Lo que sí, hay una mezcla entre equipamiento full y otros más obsoletos que no ayuda a la coherencia en el conjunto. Por ejemplo, el sistema de audio esta OK, con una pantalla legible y soporte para puerto auxiliar, USB o tarjeta SD, pero el audio no es muy bueno. El climatizador se agradece, es fácil de operar, suma puntos. Igual que los comandos al volante, el sensor de retroceso, el control crucero o el pack eléctrico. Por otro lado el sinóptico luce pobre, con dos relojes solamente (tacómetro y velocímetro) y todos los demás elementos en el computador a bordo, que tampoco es tan completo, o el solo contar con doble Airbag.

La ergonomía es bastante positiva, todo fácil de alcanzar. Algunos materiales eso sí, no se corresponden con el precio o con el segmento y se sienten toscos, aunque convivan con insertos elegantes en el volante o acentos color aluminio en la consola central, la que en su parte inferior también es de diseño pobre; echamos de menos un reposabrazos o elementos de diseño más moderno. A título personal, a ratos me sentí como en el interior de mi antiguo Gol 2004.

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El Polo se mueve con un motor de 1.6 litros, el que entrega 105 caballos de fuerza y 153 Nm de torque. Es un motor muy progresivo, de comportamiento muy noble, pero que brilla gracias al que podría ser el elemento más llamativo del Polo, su caja de cambios de 5 velocidades, corta, precisa, de exquisito recorrido y que ayuda muchísimo a la sensación de manejo del Polo, que de por si es muy grata, tanto en suspensión como en dirección, sin las pretenciones deportivas que tiene el modelo del WRC claramente, pero con aplomo y equilibrio.

El consumo del Polo ronda en los 14,4 km/l en régimen mixto. Nuestro consumo (mayoritariamente ciudad) se mantuvo entre los 8 y los 10, y en carretera, coqueteando con los 20 cuando fuimos cariñosos con el pedal del acelerador, por lo que podemos decir que el consumo se condice con el del 3CV, si bien no es tan económico como podría ser un modelo más tecnologizado.

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El Polo, no es un mal auto, para nada. Sólido, con su atractivo particular y todo lo que trae, funciona muy bien. Es un modelo correcto. Tan correcto, que es precisamente ese uno de sus atributos que parece pesarle, en un segmento que cada vez comienza a dispararse en tecnología y estilo. Y el tema es que no es precisamente un problema del auto, sino de su precio y configuración. Sabemos que fuera de nuestras tierras, en Europa, el Polo es un gran referente en equipamiento y confort, así como también presenta motorizaciones más modernas. No hay nada que hacer al lado de motores de 1.2 litros que generan potencias similares pero que gastan menos y emiten menos partículas. Menos, al lado de sistemas de entretenimiento con pantalla táctil o diseños vistosos con colores vivos, equipamiento que nuestro auto -al cual apodamos afectuosamente como «La Doctora Polo»- no incluía.

De hecho, el Polo tiene un gran rival, que lo supera en prácticamente todos sus aspectos y es de su misma casa, el Škoda Fabia, un auto que demuestra que se puede ser sobrio (siempre que no se pidan los techos o las llantas de colores) y moderno, a un precio aún más asequible.

Datos Técnicos

Motor

  • 1.6 16v, 4 cilindros
  • 105 HP @ 5700 RPM
  • 153 Nm @ 3750 RPM

Transmisión

  • Mecanica, 5 velocidades

Tracción

  • Delantera

Rendimiento de Combustible

  • Ciudad (Observado): 8-10 km/l
  • Ciudad (3CV): 10,4 km/l
  • Carretera (Observado): 18-21 km/l
  • Carretera (3CV): 18,7 km/l
  • Mixto (3CV): 14,4 km/l

Precio

  • Polo 1.6 HB MT5 Highline : $10.390.000

Puntuación Racing5

  • Por Fuera: 15/20
  • Por Dentro: 14/20
  • Tren motriz: 16/20
  • Al Volante: 17/20
  • Valor: 14/20
  • Total: 76/100

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Ex-Editor y Test Driver - La grua se lo llevó a la competencia, despues de 6 años defendiendo los colores de la Escuderia Naranja. Sin embargo, en su corazón, todos sabemos que es de los nuestros. En Twitter es @absolutbeer