BMW M8 Competition, llegó a Chile el nuevo buque insignia bávaro

El año pasado volvió a Chile el insigne Serie 8 de BMW después de un intervalo de casi 20 años fuera de los concesionarios. Esta vez, sin embargo, pisa el territorio nacional el primer Serie 8 preparado por la división M que ostenta la mayor combinación de lujo y performance que ha hecho el fabricante […]

El año pasado volvió a Chile el insigne Serie 8 de BMW después de un intervalo de casi 20 años fuera de los concesionarios. Esta vez, sin embargo, pisa el territorio nacional el primer Serie 8 preparado por la división M que ostenta la mayor combinación de lujo y performance que ha hecho el fabricante bávaro.

Cuando se abría la década de los 90s BMW irrumpió en el mercado con un coupé sumamente elegante e innovador diseñado por Klaus Kapitza que se posicionaba como buque insignia de la marca. De esta misma generación se creó un prototipo de M8 que no llegó a producción. Como dato curioso, el 850CSi habría heredado parte del desarrollo de este prototipo de M8, e incluso su fabricación estaba a cargo de este departamento, pero no era un BMW M oficial.

Sin embargo, ese mito de antaño es hoy una realidad en la segunda generación del Serie 8. Ahora, sin rodeos, este es un M8 de tomo y lomo con apellido Competition inclusive, que le otorga el motor más potente que se ha montado en un BMW M hasta hoy. Por lo tanto, la velocidad y el lujo en este coupé alemán están garantizados.

Dos principios: poder y elegancia

El actual Serie 8 fue concebido con estos principios claramente marcados, pero corresponde que el M8 exacerbe esta filosofía. Se removieron con ese propósito los cromados de las ventanas y de la parrilla; se crearon nuevos parachoques más agresivos y varias molduras en fibra de carbono.

Las proporciones del M8, propias de un gran turismo purasangre, junto a sus líneas elongadas mantienen la elegancia de este coupé de 4,87 metros de largo y 1,9 metros de ancho. Las llantas de 20’’ tienen un nuevo diseño consonante con lo visto en los últimos modelos de la serie M. En la zaga dominan el espectáculo las cuatro salidas de escape envueltas en una moldura de fibra de carbono.

El interior del Serie 8 es pura suntuosidad y se mantuvo así con el M8. Prácticamente la totalidad de los paneles interiores están revestidos con un tapiz de cuero. Los asientos específicos para el M8 están forrados en cuero Merino con patrones hexagonales que se extienden hasta las puertas e incluso hay inserciones de fibra de carbono y metal.

El volante suma los pulsadores para activar los modos personalizables “M1” y “M2”, para acceder más fácilmente a las prestaciones del auto. El selector de los cambios es específico para este M8 también, pero la verdad es que la lista de diferencias con un M850i llega hasta ahí. Así, este interior disimula bastante el descomunal desempeño del M8 Competition, pero está más que logrado para el público al que apunta.

Los ocupantes de este coupé serán acogidos con un acceso por llave presencial, puertas con soft close, calefacción y ventilación de los asientos, reposabrazos y volante; asientos con ajustes eléctricos y memorias, climatizador automático bizona, iluminación ambiental en 14 combinaciones de colores, sistema de sonido de Bowers & Wilkins de 1400W con 16 altavoces por 10 canales, entre otras cosas. Eso sí, el techo panorámico porque en su lugar va un panel de fibra de carbono.

La dotación tecnológica al alcance del usuario en un M8 es cuantiosa. El sistema multimedia despliega más información en una interfaz más fluida e intuitiva que se muestra en una pantalla táctil de 10,25’’. Cuenta con navegador integrado con ilustraciones tridimensionales, disco duro interno de 32 GB, ingreso de direcciones con escritura con el dedo, control por gestos manuales, el Personal Assist de BMW, que es como Siri de Apple, pero con un “Hola BMW”; además de la integración de Apple Carplay… Un sinfín de cosas, aunque el Android Auto queda ausente.

EL M8 usa la séptima generación del sistema operativo iDrive que funciona a través de la interfaz táctil y del comando en el túnel central.

La conducción es acompañada por un panel de instrumentos 100% digital en una pantalla de 12,3’’ y un head-up display holográfico que incluso muestra el mapa de la navegación. Hasta la llave tiene una pantalla que presenta información en tiempo real sobre el auto, como la autonomía, las luces, programar un timer para el climatizador e incluso la posibilidad de encender remotamente el auto y hacerlo avanzar o retroceder por unos metros desde afuera, como puede ser en un estacionamiento estrecho.

Para la comodidad del viaje hay un control crucero adaptativo automático con función de frenada en “tacos” y el paquete de seguridad Driving Assistant Professional que incluye: advertencia de salida de carril con vibraciones en volante, advertencia de cambio de carril con monitoreo de punto ciego, asistente de mantención en el carril, asistente de evasión de accidentes, advertencia de intersección, advertencia de sentido contrario, advertencia de colisión frontal con intervención de frenada autónoma, advertencia de tráfico cruzado en la parte trasera y con frenada preventiva por colisión trasera.

El brío de 625 hp en un M

El Motor S63 de BMW tiene los turbos dentro de la V del bloque para mejorar la respuesta al acelerador.

Como buque insignia, el M8 Competition es el encargado de llevar la batuta, especialmente en cuanto a desempeño, pues es un BMW. Así, es el M más potente y el más rápido en aceleración.

El bloque motor es el 4.4 litros V8 biturbo que ya se conoce por los M5, que entrega unos brutales 625 hp y 750 Nm. La transmisión es automática de convertidor de par con 8 velocidades, aunque con la particularidad de que, al igual que el M5, reparte la potencia hacia las cuatro ruedas del M8, con la posibilidad de desacoplar totalmente el eje delantero, para mantener el carácter BMW que le corresponde.

El M8 calza unos corpulentos neumáticos 275/35 R 20 en el tren delantero y 285/35 R 20 en el tren trasero

Las prestaciones son impresionantes. Acelera de 0 a 100 km/h en sólo 3,2 segundos. Hasta 200 km/h se toma 10,6 segundos y tiene una velocidad máxima limitada electrónicamente a 250 km/h, aunque podría fácilmente sobrepasar los 300 sin esa restricción.

Para controlar su masa de 1.885 kg el M8 Competition usa una suspensión adaptativa calibrada por la división M Motorsport que actúa con los modos de manejo preestablecidos y los personalizados.

Así también cambia el sonido del sistema de escape M y la mordiente de los frenos de carbonosilicio. El control dinámico de estabilidad, el control de tracción los frenos con ABS y control activo de frenada en curva, todos se disponen también a merced de las características de cada modo de manejo.

Gran propuesta, mal momento

El BMW M8 Competition llega al mercado chileno con un precio de USD $199.000, es decir, 46 mil dólares más que el M850i. Queda en ventaja respecto de su competencia, pues sus pares en Mercedes Benz, Aston Martin o Bentley, por nombrar algunos fabricantes, tienen un precio de lista mayor.

Sin embargo, la emergencia del coronavirus es una prioridad mundial y evitar los contagios debe ser la prioridad local para luchar contra la pandemia. Por eso el lanzamiento presencial de este M8 Competition en Chile fue cancelado, al igual que otros lanzamientos agendados para estas fechas. Así, el problema no es del M8, es el momento en el que tocó su llegada.

Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.