Las 24 Horas de LeMons en Estados Unidos son una de las actividades automovilísticas más notables que existen. La premisa es correr competencias de endurance, con autos muy baratos, con un costo total de menos de 500 dólares. Si te pasas de los 500 dólares, te restan una vuelta por cada 10 dólares extra que hayas gastado en el auto, en lo que se conoce como el Bullshit factor. Tal cual. Y ojo, los autos de LeMons deben correr con todos los implementos de seguridad necesarios para automovilismo de alta competencia: Jaula, cinturones de seguridad de 6 puntas, extintores y butacas de competencia o que al menos lleguen hasta la mitad del casco del piloto. Los autos de LeMons, ya que son de tan bajo costo, generalmente terminan en verdaderos chistes compitiendo, con decoraciones llamativas y locas que hablan de lo divertida que es esta competencia, tal vez a diferencia de una categoría muy profesionalizada con auspicios grandes. Los autos que llegan a LeMons son o genialidades o adefesios. En este caso, parece que estamos en la segunda situación.
Se trata de la última creación de SpeedyCop, un policía que integró equipos SWAT y con mucho tiempo libre para desarrollar autos para LeMons: El auto invertido o al revés. O «Upside down» como dicen los gringos. SpeedyCop junto el motor de un Ford Festiva (Kia Pride) de 1990 y la carrocería de un Chevrolet Camaro de 1999, pero no las puso como corresponde, sino que con la carrocería del Camaro (con sus ejes y ruedas incluidas), mirando hacia arriba y no hacia abajo. El resultado lo puedes ver en el video, con una presentación de una parte de la película «Talladega Nights: The Ballad of Ricky Bobby» como bonus track. SpeedyCop es un loquillo. Como todos en LeMons.
