El llanto del «Chaleco» López

Mientras todo Chile gritaba su nombre por ser el mejor chileno en el Dakar 2009, Francisco «Chaleco» López lloraba en silencio tras terminar remolcado la penúltima etapa. Y es que una lección de compañerismo han dado todos los pilotos chilenos de la categorías motocicletas en el Dakar luego que la moto del «Chaleco« se muriera […]

Fotografía: Team Press "Chaleco" López

Mientras todo Chile gritaba su nombre por ser el mejor chileno en el Dakar 2009, Francisco «Chaleco» López lloraba en silencio tras terminar remolcado la penúltima etapa.

Y es que una lección de compañerismo han dado todos los pilotos chilenos de la categorías motocicletas en el Dakar luego que la moto del «Chaleco« se muriera en el kilómetro 50 sin querer partir más.

Ahí estuvo el «Chaleco« largos minutos solo tratando de reparar la moto sin éxito hasta que llegaron los otros tres chilenos en carrera: los hermanos Prohens y Juan Pablo Zegers. Entre los cuatro trataron infructuosamente de reparar la moto del «Chaleco« perdiendo valioso tiempo para sus pretensiones en la clasificación.

Fue ahí cuando Jaime Prohens dejó de lado sus aspiraciones en el primer Dakar de su vida y decide remolcar al «Chaleco« hasta la meta. Los otros dos pilotos, Felipe Prohens y Juan Pablo Zegers, continuaron la carrera.

Buscaron una cuerda y ambos pilotos emprendieron rumbo a la meta. A los pocos kilómetros esa cuerda se cortó y con ella la esperanza de completar la etapa para el «Chaleco» López. «Paramos a varios pilotos y nadie más quiso ayudar. Caminé como dos kilómetros hasta encontrar unos bomberos«, cuenta Prohens quien no se dió por vencido tomando las ganas de llegar del «Chaleco« como propias.

Ya era asunto de chilenos, no sólo de Francisco «Chaleco» López quien en ese punto, estaba obsesionado. «Tengo que terminar esta hueá!«, gritaba, ante el asombro del público, que no entendía por qué no abandonaba, como la mayoría de los pilotos que rompen su moto.

Con otra cuerda y a más de 150 kilómetros de la meta continuaron camino. En una curva López pasó de largo y se golpeó en la cabeza. Fue ahí cuando Jaime Prohens le miente a López diciéndole que sólo quedan 10 kilómetros para terminar y que no se diera por vencido.

Luego de repetirse el accidente dos veces más el «Chaleco« le dice a su compañero: «Sigue tú Jaime, yo estoy cagado. Se acabó«. Ya atontado por los golpes y llorando alienta a su compañero a continuar la carrera al momento en que llamaba al helicóptero.

Los dos se encontraron en el campamento, más tarde, y se dieron un largo abrazo. Tras eso López, moreteado entero, dice que no es su día, ni su semana, ni su mes, ni su carrera. «Me vi remolcado, como los viejos, y yo no estoy para eso. Estoy para correr y ganar. No para ser 50«.

Malas noticias para el «Chaleco« quien le dice adiós al Dakar 2009, pero finalmente no todo fue tan malo pues se concretó su vuelta al equipo oficial de KTM con el cual el próximo año disputará el título.

Fotografía: Team Press «Chaleco» López

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.