Hoy llueve en la zona centro de Chile, y también para Volkswagen. Si la EPA (Agencia de Protección del Medio Ambiente) los tenía entre ceja y ceja, ahora los tiene bajo el microscopio, esto debido a las sospechas alcanzadas ahora por las motorizaciones 3.0 turbo diesel V6, montados en los modelos Touareg, Porsche Cayenne y Audi Q7.
Ayer mismo, Volkswagen admitió que hay 11 millones de coches con el motor 2.0 TDI repartidos en el mundo que disponen de este dispositivo y que para intentar ‘solventar’ este problema, invertirán 6.500 millones de euros.
No todos son blancas palomas
La semana pasada, el gigante General Motors aceptó pagar una multa de 900 millones de dólares por ocultar durante años el defecto del sistema de ignición que afecta a millones de vehículos. El defecto suponía la desconexión involuntaria y repentina del motor, lo que supone la desactivación de los airbags y la ausencia de protección para los ocupantes en caso de accidente. Con un total de 124 fallecidos y 275 heridos, es uno de los escándalos más sonados en Estados Unidos.
