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Y es que Fiat se encuentra en muy buen pie dada su política de fabricar vehículos pequeños y eficientes, muy acorde en estos tiempos de crisis, por lo que compartirá su infraestructura y desarrollo con la marca norteamericana.
Así Chrysler utilizará plataformas y motores Fiat, además de aprovechar su red de distribución fuera de Estados Unidos.
A cambio, Fiat se queda con ni más ni menos que el 35% de la marca del Tío Sam.