Ford MyKey, limita tu auto y prestaselo a tu hijo

Ford ha lanzado un nuevo sistema que será la solución para muchos padres que entregan con recelo las llaves del auto familiar a sus hijos el fin de semana. Se trata de MyKey, un sistema que permite programar una llave del vehículo para limitar la velocidad, activar de forma permanente el control de tracción, limitar […]

Ford ha lanzado un nuevo sistema que será la solución para muchos padres que entregan con recelo las llaves del auto familiar a sus hijos el fin de semana.

Se trata de MyKey, un sistema que permite programar una llave del vehículo para limitar la velocidad, activar de forma permanente el control de tracción, limitar el volúmen de la radio o «reclamar» en todo momento si el cinturón de seguridad no está siendo usado.

MyKey de Ford es bastante simple, mediante la llave programada el computador del vehículo sabe que tiene que ajustarse a los parámetros previamente seteados, por lo que se comportará de manera diferente cuando «el niño de la casa» tome el auto.

La gente de Ford ha sido bastante inteligente al seleccionar los parámetros a modificar, pues además de limitar la velocidad, lo que ya es una tranquilidad para los padres, limita el volúmen de la radio para que el paseo del fin de semana no se transforme en una fiesta sobre ruedas.

Además la alarma para el uso del cinturón de seguridad no deja de sonar hasta que se encuentra abrochado, ni siquiera cuando el vehículo ya está en movimiento. En resumen te pones o te pones el cinturón de seguridad.

Por otro lado una de las limitaciones más astutas dice relación con la activación del control de tracción, impidiendo que «el regalón» vaya quemando neumáticos a la salida de cada semáforo.

Inicialmente sólo estará disponible en la versión gringa del Ford Focus Coupé, pero se espera su rápida masificación sobretodo a la luz de las encuestas realizadas que dicen que más del 75% de los encuestados afirman que es un sistema que les gustaría tener instalado en sus vehículos.

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.