Desde siempre ha existido el mito de la prueba de la moneda que consiste en poner una moneda de canto sobre un motor y ésta no debiese caer por las vibraciones, dando cuenta de un motor de andar muy parejo.
No fue necesario llamar a Mythbusters ni nada parecido, sólo fue cosa de tomar un BMW 850i, una modena de dos euros y a probar se ha dicho!
Nótese que además de realizarse la prueba con el motor en marcha, se prueba también en el momento de la partida. Un gran punto para BMW!
Juanjo
18 junio 2007 at 13:56wena wena
BMW tenia que ser
lejos lo mejor
saludos
hago la prueba con el toyota y la moneda sale a la mierda jajajajajajaj