Nissan Esflow: Si el 370Z fuese eléctrico

Nissan ya probó que con el Leaf era posible tener un auto de producción completamente eléctrico. Ahora, para los más apasionados, el Leaf no es el auto que quisiésemos llevar a la pista. Para eso han creado un nuevo prototipo, y no nos sorprendería que lo viésemos pronto en las calles.

Hablamos del Esflow, un deportivo eléctrico de tracción trasera, diseño futurista y conducción dinámica.

Por delante predominan las lineas curvas, las luces que se extienden hacia arriba y casi a lo largo de todo el capo.

Nissan esta pensando en nosotros, los que somos mas fanaticos de la velocidad. El problema es que muchas veces tener un auto deportivo, significa que es un auto que gasta mas combustible y emite mas particulas contaminantes. Asi fue como hace unos años la marca Tesla saco al mercado el primer deportivo completamente electrico y de producción. El problema es que es muy caro, algo que el Leaf soluciona de gran manera y creemos que el Esflow tambien podria solucionar.

Tener un auto ecológico no debe ser algo que implique renunciar al placer de conducir. Y el Esflow tiene todos los elementos que uno busca en un auto deportivo; un capó largo que conduce hacia un inclinado parabrisas envolvente, un habitáculo compacto que sitúa a los ocupantes en el centro de gravedad del auto, poderosos pasos de rueda sobre neumáticos de perfil ultra-bajo montados en llantas de seis brazos. Si lo miramos de lejos incluso parece tomar lineas de los deportivos antiguos de Nissan, incluyendo algunos elementos de la familia del Z.

Sus estilizadas y limpias líneas no sólo anuncian la pureza de su potencial deportivo, sino que sugieren con claridad su potencial eléctrico. Los colores elegidos para el concept car se inspiran en los glaciares; líquido solidificado de alta reflexión de luz con listas azules en las zonas sombreadas. Las llantas de seis brazos tienen inserciones de carbono en color azul y este mismo material adorna los estribos laterales, el alerón trasero del techo y los bajos de los parachoques.

Unos LED azules acentúan los futuristas faros cortados en las partes frontal y trasera de la carrocería. Tambien se han eliminado los espejos, los que  son sustituidos por diminutas cámaras situadas en la base de los pilares A. Los focos delanteros del Esflow esconden los terminales de carga de las baterías que se encuentran en las tomas de aire situadas debajo, contribuyendo a la limpieza del diseño.

La cola del auto tiene dos tomas de aire bastante agresivas. Arriba se repite el esquema de las luces, extendiéndose esta vez a los costados del maletero hacia el techo.

El minimalismo ecológico no tiene porqué ser incompatible con el lujo. El habitáculo del Esflow es limpio y abierto y el ahorro de peso ha sido una de las prioridades en su diseño pero sin sacrificar el confort. Uno de los elementos más pesados en el interior de un coche moderno son los asientos, con su estructura interior de acero, su gruesa tapicería y sus reglajes eléctricos integrados. En el Esflow, los asientos están moldeados en la mampara trasera del coche eliminando la necesidad de disponer de una estructura pesada. Lógicamente, ello implica que no pueden moverse pero eso no resulta un problema ya que tanto el volante «fly-by-wire» como los pedales pueden desplazarse eléctricamente para que cada conductor, de manera individual, pueda encontrar su posición de conducción perfecta.

Los propios asientos están tapizados en piel y tela perforadas en color dorado mientras que las contrapuertas están recubiertas con los mismos materiales pero en color azul oscuro. Los motivos azules y dorados, el color de las chispas, se mantienen en el salpicadero que, además, está adornado con inserciones de carbono en color plata y dispone de cuatro pantallas LCD multifunción iluminadas.

De diseño agresivo y agil, el Esflow no solo es un mostrario de ingeniería de punta, sino que también de diseño, con elementos que podrían llegar a producción.

El Esflow está basado en tecnología existente, pero implementada de manera innovadora, por ejemplo su carrocería de material compuesto posicionada sobre un chasis de aluminio que incorpora su propia jaula de protección. La unidad motriz, que emplea la misma tecnología utilizada en el Nissan Leaf, se ha preparado para una conducción deportiva.

El deportivo eléctrico de Nissan es un auto de tracción trasera que dispone de dos motores. Las pequeñas proporciones del auto permiten situar los dos motores eléctricos gemelos por delante del eje trasero y en una posición central. Cada motor acciona de manera independiente una de las dos ruedas traseras y, por tanto, el par entregado se optimiza para asegurar una estabilidad total del vehículo y controlar al mismo tiempo la regeneración de potencia de manera más eficiente. Los motores producen instantáneamente el par necesario para alcanzar los 100 km/h. en menos de 5 segundos.

La energía para los motores la proporcionan los mismos packs de baterías laminadas de iones de litio utilizados en el Leaf, pero en el Esflow los conjuntos se han situado a lo largo de los ejes delantero y trasero del vehículo. Con ello se centran las masas del coche y se sitúa el centro de rotación cerca de las caderas del conductor. Esta practica solución permite al vehículo viajar hasta 240 km con una única carga.

El chasis, construido en aluminio, se ha dispuesto alrededor de la planta motriz aprovechando perfectamente las ventajas que confiere el uso del motor eléctrico de Cero Emisiones. Las células de las baterías se han colocado de manera que aumenten la rigidez y el equilibrio. Además, y en contra de lo que sucede en un coche convencional, cuya distribución de pesos varía al vaciarse progresivamente el depósito de gasolina, en este caso el reparto de masas se mantiene constante durante la conducción.

Si te quedo gustando, tendrás que esperar hasta Marzo, en el Salón de Ginebra, donde Nissan pretende mostrar este delicioso deportivo eléctrico.