[Opinión] Chile sin Dakar, crónica de una mala decisión anunciada

Y nos quedamos sin Dakar en Chile. Así de duro y tajante es la noticia que por estos días corre por la prensa nacional como adelanto al anuncio de la ruta del Dakar 2016 que hará la ASO -organizadora del Dakar- el próximo 16 de abril. Según la Ministra del Deporte, Natalia Riffo, la decisión […]

Dakar

Y nos quedamos sin Dakar en Chile. Así de duro y tajante es la noticia que por estos días corre por la prensa nacional como adelanto al anuncio de la ruta del Dakar 2016 que hará la ASO -organizadora del Dakar- el próximo 16 de abril.

Según la Ministra del Deporte, Natalia Riffo, la decisión “se ajusta a la realidad que viven hoy nuestros compatriotas del norte. Por consiguiente, nuestra preocupación inmediata como Gobierno es levantar las ciudades afectadas y encausar los recursos hacia la gente que más lo necesita”. Una pésima excusa por parte del Gobierno.

¿Cómo es posible que un país tan propenso a las catástrofes naturales como Chile base su compromiso con eventos de gran envergadura en que «ojalá no pase nada antes»? Porque eso es lo que nos quieren hacer creer, que si no se hubiese inundado el Norte, Chile aún sería parte del Dakar en 2016.

En marzo de 2012 se anunció a Chile como sede de la Copa América 2015, desde ese anuncio al día de hoy Chile ha sufrido dos incendios en Valparaíso, un mega incendio en el Sur, un terremoto en el Norte y una inundación en la Región de Atacama, pero nadie siquiera ha pensado en suspender la construcción de los estadios que, dicho sea de paso, están atrasados y para los que probablemente se vayan los dineros que el Ministerio del Deporte decidió no invertir en el Dakar.

No usemos la catástrofe en el Norte como excusa de una decisión que estaba tomada desde hace mucho tiempo, pues desde el término de la edición 2015 del Dakar que se escuchaban rumores por parte del Gobierno de que no veían con buenos ojos continuar con esta competencia en nuestro país.

Con Travesía Dakar llevamos 7 años cubriendo desde dentro el paso del Dakar por Chile y nos consta la activación en términos turísticos y comerciales que se hace en las localidades por las que pasa la competencia. No me cabe duda que el concesionario de la Copec inundada en Chañaral tenía las esperanzas puestas en el paso del Dakar para volver a tener una fila de camiones de la competencia esperando cargar combustible o incluso el vendedor de helados confiaba que en enero podría mejorar su situación económica gracias a la multiplicación de los ingresos que tiene durante el Dakar.

Lamentablemente el próximo enero los ojos del mundo no estarán puestos en el Norte de Chile, las ciudades siniestradas no gozarán de ese gran aumento en las ventas y el turismo y probablemente hasta al Gobierno se le haya olvidado que hubo una catástrofe.

¿Tenemos que creer que los millones de dólares que Chile no invertirá en el Dakar irán en directo beneficio de la reconstrucción de la Región de Atacama? OK, hagamos como que creemos, pero cuidado, cuando vayamos a cubrir el Atacama Rally nos preocuparemos de revisar si de verdad el Gobierno se puso.

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.