[Opinión] ¿Cuántas estrellas sacamos en seguridad?

¿Usted vio el reportaje de Contacto anoche sobre la seguridad en los autos que se comercializan en Chile y en Latinoamérica? Nosotros, también tenemos algo que decir al respecto, después de todo… también nos toca.

SAFE ALWAYS

Una postal del pasado Salón del Automóvil de 2012 tomada por vuestro editor. Usted sabrá si reir o llorar. Safe Always.

Anoche, como pocas veces suele ocurrir, tenía una buena excusa para encender la programación nacional; un peculiar reportaje del programa Contacto de Canal 13 sobre la seguridad en los autos.

Y bueno, claro que es un tema que nos convoca aquí en Racing5, sobre todo después de que el Twittometro ardía como Ferrari con las declaraciones y opiniones de toda la comunidad tuerca. Oye, si después de todo es nuestra seguridad, la de nuestras parejas o patas negras, la de nuestros hijos, del perro, etc. Claro que la variable que tenemos aquí es que, nosotros como tuercas, si sabemos, nos conocemos al revés y al derecho las especificaciones de los autos, su procedencia, su calidad y manufactura. Los manuales los leemos sentados en el baño tranquilitos y los links de Racing5 pasan de chat en chat por la pega.

Pero para la gran mayoría este tipo de normas, leyes y desarrollos, no son algo muy importante. Para muchos, la seguridad pasa por un Airbag y seria. Y ni siquiera hoy en día con los escándalos de Takata (empresa fabricante de Airbags) o los recalls de algunas marcas de autos, la gente se inmuta. Al menos hasta que la cosa sale en la tele, como anoche. Como será, que con el cuco, estábamos esperando hasta los correos de la ANAC o de las marcas involucradas en las pruebas con más declaraciones y excusas. No, a nosotros las excusas no nos sirven, si por algo somos medio especializado.

Para aterrizarnos un poco, vamos a comenzar con el sujeto de pruebas, el conejillo de indias escogido por Latin NCAP, en un procedimiento que es exactamente el mismo para todas las NCAP alrededor del mundo: un emisario elige un auto al azar y lo compra. Así de la nada. Oiga quiero ese, ahora, gracias.

El auto se embala, se mete a un contenedor o se traslada hacia la zona de pruebas, donde se equipa con crash dummies, asientos de niños y esas cintas que parecen logo de Cartoon Network pero que finalmente son las que sirven para sacar la medición de cuánto daño recibió la unidad. Finalmente, el auto se estrella a cierta velocidad, contra un muro y en el peor de los casos, se hace bolsa.

La unidad de la discordia, es el Chevrolet Spark Lite (o Spark LT), un modelo pequeño que todos nosotros conocemos muy bien, y que ojala nos perdonen nuestros amigos de GM, pero que todavía no entendemos como todavía se vende en nuestro país. ¿Sabe usted de que año data esa plataforma? Del año 2003, de cuando lo conocíamos como el Daewoo Matiz. Un citycar para mercados emergentes, con una calidad no muy buena. Y no, para que no se confundan, no hablamos del Spark GT, que es el nuevo Spark (el de Transformers). El viejo y fiel Spark, recibió cero estrellitas. Cero jumbitos. Y no fue el único.

¿Y se vende como nuevo? ¿Y que hace aquí todavía? Se vende como nuevo, como muchos otros autos antiguos que llegan como nuevos, porque son plataformas adaptadas para abaratar costos. ¿O no se acuerdan de cuantos años sobrevivió el Nissan V16? ¿O el Fiat Uno? En países como el nuestro, esto es súper común, donde se busca llegar al corazón del consumidor con un precio jugoso, un DVD Portátil y las tapas de las ruedas, en lugar ir por lo que de verdad importa. Y pasa las normas del 3CV porque, significa que entonces el 3CV no es tan exigente como nosotros creíamos. No es la idea agarrarnos con nadie, pero cuando algunas marcas nos dicen que Chile es un país muy importante porque sus normas de homologación son muy estrictas y que por eso sienten orgullo de vender sus autos acá, yo me pregunto… ¿Cómo serán los modelos que no traen a Chile? Pobres familias las que finalmente se terminan comprando uno.

Siendo el país con más marcas y modelos de autos en el mundo, yo creo que es hora de ponerse a achicar el espectro y dejar de inflar las cifras de venta que tanto algunos gerentes lloran, por autos que de verdad cumplan las normas y que vengan equipados como corresponde. Es humillante leer fichas técnicas de algunos autos donde para «nutrir» la lista de equipamiento se consideran cosas básicas. Las barras en las puertas por ejemplo como que fueran un lujo. Falta que las pongan como opcional. La seguridad no es un chiste y no es una gracia, dadas las cifras que hay de mortalidad en accidentes y casos trágicos que se han visto. Necesitamos dos Airbags y frenos ABS de serie. Cinturones de seguridad de tres puntas. Cortémosla con los frenos de tambor. Cortémosla con las plataformas anticuadas.

Lo segundo, ligado a lo anterior. No solo de dispositivos vivimos, sino que de la calidad de estos. Si nuestro servicio de homologación no es muy completo, contemos con homologación externa, de un país desarrollado, donde se miden la resistencia de las estructuras programadas, la efectividad de los circuitos de frenado. La calidad de procedencia también dice mucho, por más que nos digan que los estándares de calidad son los mismos, se sabe que no es así y por lo mismo hay diferencias entre el auto que se hace en Latinoamérica con el que se hace en Europa, siendo el mismo modelo.

Tercero, no solo la calidad del auto, sino que de piezas fundamentales y su mantención. Neumáticos que cumplan con las normas y no cualquier marca con nombre chistoso. Aceites y repuestos homologados. Nuestra propia Revisión Técnica, donde un día un auto pasa con tres ruedas iguales y una distinta, y al año recién encuentran la falla. Donde los mismos técnicos no encuentran un cinturón de seguridad. Donde dejamos que autos no cumplan las normas de gases y estallen finalmente en la carretera. Donde la moda es ponerle las luces más altas que se puedan a los autos para encandilar a los demás. Donde andar con escape libre es súper bacán.

Cuarto, educación. Que sacar la licencia no sea un trámite, donde un doctor buena onda te pregunta si tomas o fumas y donde te hacen dar una vuelta a la manzana. No solo aprenderse las normas, sino aprender lo básico sobre un auto y sus partes. Como funciona, como se mantiene, que significa un Airbag lateral o de cortina, que significa que el freno «bombee» el pedal cuando funciona el ABS y porque lo hace. Porque un auto de tracción trasera tiene una dinámica distinta a la de uno con tracción integral.

Quinto, nuestras calles, nuestro asfalto, el diseño de calles, veredas, defensas, semáforos. Lomos de toro estandarizados en todo el país. Calles asfaltadas correctamente. Iluminación suficiente. Limites mínimos de velocidad en carretera. Incluso, y esto es una infidencia, hay autos que cuentan con tremendos sistemas tecnológicos en seguridad, pero que no llegan a Chile porque nuestros mapas son confusos, nuestras señales malas, porque tenemos calles que cambian de sentido, etc. ¿Así como entonces?

Y para el final, pórtese bien, deje de tomarse fotos, póngase el cinturón, no doble en segunda fila. Cruce donde se debe. Ciclistas, usen casco y reflectores.

¿De todas estas estrellas… cumplimos alguna? Bien por los autos y las marcas que cumplen con las normas. Porque nosotros mismos, cuando hagamos los reviews puntualizaremos los ítems que porta y que no. La seguridad corre por las marcas, corre en la homologación, pero finalmente es un sistema mucho más complejo. Echarle la culpa a un ítem es pobre. Sé parte del cambio, infórmate sobre lo que tiene tu auto y lo que no. Exige seguridad y ayuda a construirla también. Es la única manera que nos queda para que el Gobierno de turno decida tomar medidas que no sean parche.

Ex-Editor y Test Driver - La grua se lo llevó a la competencia, despues de 6 años defendiendo los colores de la Escuderia Naranja. Sin embargo, en su corazón, todos sabemos que es de los nuestros. En Twitter es @absolutbeer