El futuro es eléctrico. O al menos, así parece, ya que varias de las marcas más importantes del planeta están comenzando a trabajar de forma muy agresiva en el desarrollo de tecnologías que permitan hacer los vehículos eléctricos más accesibles y eficientes. Lo vimos por montones en el Salón de Ginebra, especialmente con la propuesta de Renault, el Zoe, que pretende ser el primer vehículo eléctrico realmente barato y comercializable del planeta.
Hoy, las noticias se las roban BMW y Toyota. Los dos gigantes del mundo automotor han firmado un acuerdo de colaboración en el mundo de las baterías para vehículos eléctricos, en particular, en la investigación para el desarrollo de la futura generación de celdas de baterías de ion de litio. Es bastante reconocido en la industria que las baterías son una de las limitantes de la masificación de los vehículos eléctricos, por su alto costo y relativamente baja vida útil. Aún cuando las baterías de ion-litio son la mejor tecnología existente actualmente, todavía se está muy lejos de alcanzar los niveles de precio, densidad energética y vida útil deseadas. Por eso se habla de una próxima generación.
El objetivo número uno de esta colaboración BMW-Toyota es aumentar las prestaciones y la capacidad de las celdas de las baterías de ion-litio mediante el uso de nuevas combinaciones de materiales para la fabricación de los cátodos, ánodos y electrolitos.
El acuerdo conversa con otro que ambas marcas firmaron el pasado 1 de diciembre de 2011. Este anterior acuerdo consistió en una declaración de intenciones de ambas compañías para la poner en marcha un mecanismo de una colaboración a mediano y largo plazo, enfocado en el desarrollo de tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
Como una cola del acuerdo, Toyota Motor Europe utilizará motores BMW diesel en algunos de sus modelos desde 2014, en particular para las cilindradas de 1,6 y 2,0 litros.
