[Test Drive] Mitsubishi L200 4X4 Dakar CRS, la trabajadora

Las camionetas medianas son un nicho extremadamente popular en Chile, de la cual tenemos muchos iconos. Por muchos años, la Chevrolet Luv fue el auto que movió a Chile. Pero después de unos buenos años, el nicho comenzó a despegar y las camionetas comenzaron a crecer. Tras el cambio de la Luv a la Dmax, Chevrolet dejo espacio para ser adelantada por otras camionetas, siendo una de estas, la reinventada Mitsubishi L200, la que con su radical diseño en forma de J, le dio un vuelco en estilo. Así fue como vimos crecer a la Toyota Hilux y el retorno de la Ford Ranger.

La L200 es un auto muy practico, desde sus materiales hasta su excelente ergonomía. Sin embargo igual se echan de menos elementos más sofisticados de seguridad (más de dos airbags, control de estabilidad) o al menos asientos eléctricos para el conductor. Sobre la L200 antigua si echamos de menos el sunroof y la escotilla posterior.

En esta nueva generación, el retorno de la Nissan NP300 (la ex-Navara) pegó fuerte y Mitsubishi hizo evolucionar a su L200, la que si bien perdió un poco de su diseño, ganó en madurez. Donde si la L200 se quedó un poco atrás es en materialidad, versus sus rivales de Volkswagen, Ford/Mazda, Chevrolet, Toyota y Nissan. Sin embargo es este punto bajo, su pobre calidad en plasticos, un recurso muy alto en su desempeño practico. Porque, el trabajador, el que usa la camioneta como carne de cañón para todo, no está interesado en un vehículo «princeso». Si, quiere el equipamiento, pero tampoco quiere andarse preocupando de que se rajó el cuero o que el perro le rayo la carrocería con tres lacados perlados, o que se manchó esto, que se soltó lo otro. No. La L200 será menos lujosa pero por lo mismo, más ruda. Y no confundamos rudeza con confort, porque tampoco es un vehículo insufrible de andar. Sus asientos son mullidos y el sistema de audio (de interfaz anticuada) comprende cámara de retroceso.

La mecánica de esta L200 corresponde a un brioso motor de 2.4 litros Turbodiesel con inyección directa por Common Rail, el que desarrolla 152 caballos de fuerza y 380 Nm de torque, desde las 1500 RPM, asociada a una caja manual de 6 marchas. Puedes elegir la tracción a las cuatro ruedas gracias a un selector electrónico Easy Select II. La camioneta se mueve muy bien, es entretenida de manejar y se percibe agil. La suspensión también ayuda bastante, con un ligero sabor a SUV, sin dejar de percibirse utilitaria. Lo bueno es que al viajar sin carga tampoco se siente muy desbalanceada, lo que habla de un buen trabajo de chasis. Su consumo en régimen mixto nos bordeó los 10 km/l.

Mayor despeje y mejores ángulos de ataque y de salida, mejoran sus aptitudes todo terreno.

La L200 Dakar CRS con tracción a las 4 ruedas se ofrece a un precio de $17.690.000, haciéndole la pelea a la Nissan NP300 con acabado XE. Opción difícil entre ambas camionetas, donde la decisión final estará cargada hacia tus preferencias en diseño y características de calidad.

A la L200 se le toma cariño rápidamente, es una camioneta que inspira mucha confianza, fuera de ser un poco más sosa que la nueva Nissan o que la L200 anterior. Sabes que podrás hacer de todo con ella, meterla en todos lados y no te preocuparas de nada. Las camionetas de hoy en día tratan de parecerse un poco a las SUV y de ser mas recreativas, menos de trabajo y la L200 llena ese espacio muy bien.

Datos Técnicos

Motor

• 2.4 DI-D Turbodiesel
• 152 HP @ 3500 RPM
• 380 Nm @ 1500-2500 RPM

Transmisión

• Manual de 6 velocidades

Tracción

• A las cuatro ruedas con selector electrónico y tres modos (2H, 4H, 4L)

Rendimiento de Combustible

• Observado (Mixto): bordeando los 10 km/l

Precio

• L200 Dakar CRS 4WD 6MT: $17.690.000

Puntuación Racing5

• Por Fuera: 16/20
• Por Dentro: 15/20
• Tren motriz: 18/20
• Al Volante: 17/20
• Valor: 18/20
• Total: 84/100

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