[Test Drive] Volkswagen Amarok, cuando la rudeza se viste elegante

Es la más ruda de la familia Volkswagen, se trata de la Amarok, un modelo que no por ser pick-up escatima en elegancia y confort. Nos pusimos al volante de la versión Highline 4Motion AT, que corresponde hasta el momento a la tope de línea del modelo, para probar sus prestaciones en carretera, ciudad y por supuesto en tierra, que es donde pertenece.

Subirnos a la Amarok Highline 4Motion AT de Volkswagen es ingresar inmediatamente a un mundo distinto al que hasta hace algún tiempo pertenecían las pick-up pues inmediatamente salta a la vista su interior con tapicería en alcántara e insertos símil fibra de carbono en sus asientos, generosa pantalla multimedia de 6,33″ con sistema de infotainment y seis altavoces, volante forrado en cuero con mandos de radio y control crucero y todo lo que encontraríamos en un sedán o SUV de alta gama.

La posición de manejo es cómoda y se siente bien para gobernar esta máquina de 5,2 metros de largo y 1,9 metros de ancho, con una para nada despreciable altura de 1,8 metros. Al contrario de lo que se pudiera pensar, no es difícil de maniobrar ni estacionar, gracias a su cámara de retroceso y sensores de estacionamiento.

Al ponernos en marcha nos encontramos con una camioneta ágil que responde muy bien a nuestros requerimientos gracias a su motor 2.0 TDI, bi turbo diesel con inyección directa Common-Rail, con una potencia máxima de 180 caballos de fuerza y un torque de 420 Nm asociado a una transmisión automática de 8 velocidades con una tracción 4Motion, un sistema de tracción que distribuye la potencia del motor permanentemente a las cuatro ruedas en función de las necesidades del terreno.

Pusimos a prueba la tracción 4Motion en caminos de tierra y hay que decir que sentimos una excelente estabilidad en todo momento incluso intentando forzar la pérdida de cola. Este sistema de tracción se complementa bastante bien con su sistema ABS off-road que permite un frenado óptimo incluso en terrenos de tierra suelta donde también actúan los sistemas ESP (Programa Electrónico de Estabilidad) y ASR, sistema que actúa sólo en combinación con el acelerador y utiliza componentes del sistema antibloqueo de frenos (ABS). Si una rueda empieza a girar con mayor rapidez que las demás, el ASR interviene en el sistema de gestión del motor y reduce la potencia hasta que la rueda deje de patinar.

En cuanto al diseño exterior la Amarok de Volkswagen presenta un atractivo y robusto frontal con parrilla superior cromada complementada con el conjunto óptico muy de la línea de la marca alemana con característica lumínica LED. Su parachoques frontal es bastante alto y presenta una generosa parrilla en plástico negro con forma de panal en cuyos extremos se montan los neblineros.

Su pick-up es bastante alto y sigue una línea recta que comienza desde los focos delanteros y se mantiene hasta la zaga pasando por la cabina y el borde superior del área de carga, el que se ve aún más grande gracias al efecto que proporcionan los generosos pasos de rueda recortados en la parte superior enfatizando la línea recta lateral.

La versión Highline monta pisaderas laterales que aportan robustez al conjunto y a la vez se hacen muy útiles a la hora de subirse al habitáculo. Estas pisaderas en plástico negro, junto al parachoques frontal en color de la carrocería hacen que desentone un poco el parachoques trasero cromado, único elemento metálico en el conjunto exterior.

Su precio de lista es de $23.790.000 más IVA, quedando en $28.310.000. Un precio elevado quizás si se piensa en un vehículo de trabajo, pero correcto considerando que presenta opciones hasta 10 millones más barata en sus versiones de entrada.

En resumen la Volkswagen Amarok rompe con el paradigma de que lo rudo no puede ser elegante, con lías precisas, interior cuidado, tecnología en todo ámbito y seguridad activa a flor de piel, la Amarok Highline 4Motion se puede vestir elegante y a ratos salir a ensuciarse sin perder sus atributos.

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