BMW devela el misterio: GINA Light Visionmodel, una carrocería que puede cambiar de forma
Finalmente BMW develó el misterio que anunciamos hace algunos días. Se trata del BMW GINA Light Visionmodel, un concepto que definitivamente marca un antes y un después en tecnología automotriz. Su principal característica es que posee una carrocería flexible y adaptable a las necesidades dinámicas del momento. Diseñado por el equipo del reputado Chris Bangle. […]
Finalmente
Su principal característica es que posee una carrocería flexible y adaptable a las necesidades dinámicas del momento. Diseñado por el equipo del reputado Chris Bangle. Sus siglas en inglés, Geometry and Functions In “N” Adaptions significan “geometría y funciones de múltiples adaptaciones” en español.
En lugar de una carrocería metálica compuesta de elementos habituales como capot, puertas o maletero, el cuerpo de GINA está cubierto por un tejido plástico flexible de reciente creación, sujeto al chasis en puntos perfectamente predefinidos mediante hilos metálicos y de carbono. La mayor novedad radica en que la carrocería es moldeable, mediante el movimiento de dichos hilos metálicos y las características del plástico del que está formada. Eso significa personalización total a la hora del diseño y a la hora de modificar la aerodinámica.
Una de las aplicaciones más impresionantes de este concepto de carrocería son los focos delanteros. Se asemejan a ojos humanos: cuando están apagados la carrocería está completamente lisa, cuando los encendemos, el “párpado” los deja a la vista. Las puertas se abren doblando la carrocería, produciendo un curioso efecto visual, al cerrarlas todo vuelve a su lugar. El capot funciona de la misma manera, como si se tratara de una operación que luego de la primera incisión deja ver el corazón de este fenómeno, el motor V8 del BMW Z8.
No sólo el exterior del prototipo es variable, también lo es el interior. Compuesto de materiales parecidos y las mismas fibras metálicas, es capaz de adaptarse a la postura ideal del conductor. La comodidad y la ergonomía se ven beneficiadas de ello y el acceso al habitáculo se hace más sencillo: al sentarnos, la instrumentación y el volante se acercan a nosotros a la vez que el asiento se amolda a nuestro cuerpo. Simplemente una solución ideal y casi sacado de película de ciencia ficción.
Si ya estás impresionado, espera a ver el siguiente video para que no puedas cerrar la boca en un buen rato.
(Se recomienda poner un plástico sobre el teclado para no babearlo)

Nicolás Espinoza
“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.