Análisis: GP de Australia

Comenzó la Fórmula 1 y con ella toda la emoción de la máxima categoría del automovilísmo mundial. Es cierto que sus polémicas ya habían comenzado un par de meses antes, pero la emoción del asfalto es la que realmente nos interesa. Una temporada marcada de cambios reglamentarios, estéticos y de equipos, pues tal como todos […]

Comenzó la Fórmula 1 y con ella toda la emoción de la máxima categoría del automovilísmo mundial. Es cierto que sus polémicas ya habían comenzado un par de meses antes, pero la emoción del asfalto es la que realmente nos interesa.

Una temporada marcada de cambios reglamentarios, estéticos y de equipos, pues tal como todos ya sabemos, el antiguo equipo Honda es ahora el Team Brawn GP, el cual se ha quedado con un histórico primer y segundo lugar en el GP de Australia.

La escudería debutante de la mano de Ross Brawn, cuyos colores defienden Jenson Button y Rubens Barrichello, logró subirse a lo alto del podio en una carrera que dominó de principio a fin el piloto inglés y que en un comienzo no auguraba muy buenos resultados para Barrichello, quien se quedó dormido en la largada, siendo sobrepasado con facilidad.

De los equipos grandes ni hablar. Ferrari abandonó con sus dos monoplazas, mientras que Renault y McLaren sólo lograron arribar a la línea de meta con un piloto cada uno en las posiciones 5ta y 3era respectivamente.

El tercer lugar de Lewis Hamilton no hace más que comprobar la suerte que tiene el piloto británico, pues a cuatro vueltas del final sólo le alcanzaba para la sexta posición, pero luego de un accidente entre Robert Kubica de BMW Sauber y Sebastian Vettel de RedBull tras pelear rueda a rueda la segunda posición quedó en cuarto lugar al finalizar la carrera, pero tras penalizarse luego del podio a Jarno Trulli por un adelantamiento al mismo Hamilton bajo auto de seguridad, el piloto británico de McLaren se quedó finalmente con un 3er lugar que lo pone en muy buen pie en este comienzo de temporada.

Sobre el incidente entre Kubica y Vettel, decir que se trató de un toque de carrera donde ninguno de los dos quiso ceder un centímetro a su adversario con el consiguiente resultado que ambos se fueron contra el muro perdiendo toda opción de terminar la carrera, aunque Vettel intentó terminar las últimas cuatro vueltas en tres ruedas y bajo el régimen de auto de seguridad, pero los fierros dijeron otra cosa y lo quedó más opción que quedarse a un costado de la pista.

El equipo Brawn GP

Si había un equipo nuevo y casi sin auspicios en pista, ese era el Brawn GP. Un equipo formado a última hora y en el cual sólo confió la empresa Virgin para poner tímidamente sus logos en la blanca carrocería del monoplaza que monta motor Mercedes Benz.

Pues bien, la próxima fecha de la F1 es este fin de semana y me atravería a apostar que los ojos de algunos ávidos auspiciadores ya se posaron sobre ese par de monoplazas blancos con franjas amarillas y la fecha que ya se nos viene veremos un renovado diseño sobre los autos del equipo Brawn GP.

Están en la noticia, son rápidos y no tenían auspicios. El resultado es más que obvio y veremos si el mundo del marketing alcanzó a responder a tiempo cuando la F1 pise el asfalto de Malasia.

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.