Audi actualiza en Chile al Q7 con un rediseño interior y nuevas pantallas

El gran SUV de 7 asientos de Audi ya se acostumbra a vivir largos ciclos comerciales. A cinco años de su presentación en Chile, este se pone a tono con los últimos modelos del fabricante. Así, el Q7 ahora usa en su interior el diseño de doble pantalla central y se electrifica con la opción […]

El gran SUV de 7 asientos de Audi ya se acostumbra a vivir largos ciclos comerciales. A cinco años de su presentación en Chile, este se pone a tono con los últimos modelos del fabricante. Así, el Q7 ahora usa en su interior el diseño de doble pantalla central y se electrifica con la opción de un motor bencinero V6 microhíbrido.

El Q7 fue en 2015 la punta de lanza de la línea de diseño que hoy Audi está desarrollando. Sin embargo, como tal, ya se estaba quedando atrás, por ejemplo, en el diseño de su iluminación exterior, en su parrilla frontal o en los trazos de sus parachoques; todos ítems abordados en esta estilización.

Siendo sintéticos, los cambios externos son menores. Las dimensiones son casi calcadas, apenas es un centímetro más largo en sus parachoques, lo que no supone cambio alguno en su espacio habitable. Sin embargo, lo más relevante es la radicalmente distinta experiencia de usuario con la tecnología interior. A algunos gustará, a otros todo lo contrario.

Todo depende del tacto

Audi llevaba años cuidando mucho el tacto con el que integraban las funciones de los botones en las pantallas. El sistema de infoentretenimiento MMI, al igual que el iDrive de BMW, era reconocido por usar un mando rotativo y una corta selección de botones para funciones y atajos específicos. No obstante, en sus últimos modelos más costosos han dado el gran salto.

Ahora, en su lugar hay un magnífico par de pantallas, tal como en el A6 o en el Q8. La superior se dedica a la multimedia y la inferior a la climatización, el estado del auto y otras funciones. Sus gráficos, animaciones y nitidez son destacables, pero la de abajo tiene un inconveniente importante, pues obliga a desviar mucho la mirada del camino para atinar a los botones digitales. Ojo, porque eso muchas veces sale mal.

Así mismo, el maletero del Q7 llega a 740 litros. Los asientos traseros se levantan eléctricamente.

La pantalla que parece no tener fallos es la del Virtual Cockpit. Este es el famoso panel de instrumentos digital de Audi que permite personalizar la información clave al volante y que ahora es equipamiento estándar en el Q7. Además, Audi ha profundizado las funciones de los controles por voz. ¿Hay frío? Díselo al Q7, “tengo frío”, y él debería subir la temperatura del climatizador.

Como siempre, la efectividad de estos sistemas debe probarse con la voz de cada usuario. Si la interfaz de Audi no es de tu agrado, también puedes usar la de Apple CarPlay o Android Auto para la multimedia y la navegación, opciones que se saben mucho más probadas.

El o la conductora podrán ser asistidos con un monitor de cambio de carril involuntario que vigila también el punto ciego. También se incluye un sensor de tráfico cruzado posterior, útil cuando se retrocede desde un estacionamiento con mala visibilidad. Estas funciones están en las tres versiones de la Q7, pero el control crucero adaptativo es exclusivo de la tope del modelo.

Mejoras en la técnica

Esta segunda generación de la Q7 ostenta una importante reducción de más de 300 kilogramos con respecto a su antecesora, principalmente gracias al extensivo uso de aluminio. Sin embargo, cuando en Racing5 la probamos hace casi cinco años la suspensión todavía delataba su alta tara. La buena noticia es que esta actualización incluye la suspensión neumática adaptativa en todas las versiones, lo que debería ayudar a controlar el vaivén de los kilos entre curva y curva.

Y aunque la Q7 pese lo que pese, en ningún caso es lenta en línea recta. Incluso su motor de 2 litros con turbocompresor (45 TFSI) llega de 0 a 100 km/h en 7,1 segundos. Sin embargo, este asunto es más serio con el V6 de 3 litros y tecnología microhíbrida (55 TFSI) que detiene la cuenta en 5,6 segundos para la alcanzar la misma velocidad desde parado.

Sin embargo, lo más interesante de ese V6 es su capacidad de asistirse por el sistema microhíbrido de 48V para su encendido y el ralentí. Además, esta versión permite un funcionamiento distinto del sistema start/stop para maximizar el ahorro de combustible y el reciclaje de la energía cinética.

La casa de Ingolstadt explica que, si el o la conductora quitan el pie del acelerador yendo entre 55 y 160 km/h, el motor se apagará y el sistema microhíbrido de 48V recuperará la energía cinética hasta por unos 40 segundos. Cuando se pisa el acelerador nuevamente, el mismo alternador de este sistema microhíbrido reiniciaría el motor de una forma más rápida y suave que un motor de arranque convencional. Por lo mismo, este start/stop puede comenzar a funcionar incluso desde los 22 km/h.

Los consumos de este motor todavía están en proceso de homologación por parte del Ministerio de Energía, de manera que es imposible comparar con lo que el anterior motor 3.0 TFSI teóricamente rendía. Ojo, ya no llegan versiones impulsadas por diesel.

Audi ya tiene a la venta este refrescado Q7 con precios que parten en $59.990.000 por la versión 45 TFSI.

Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.