BMW presenta en Chile el X3 híbrido enchufable que no contamina la ciudad

Se trata de una versión más ecológica de la actual generación del X3, próxima a cumplir tres años en el mercado chileno. Esta toma el tren motriz de la versión de entrada y le agrega un sistema de propulsión eléctrica a su tren motriz con el que es capaz de transitar por 55 kilómetros en […]

Se trata de una versión más ecológica de la actual generación del X3, próxima a cumplir tres años en el mercado chileno. Esta toma el tren motriz de la versión de entrada y le agrega un sistema de propulsión eléctrica a su tren motriz con el que es capaz de transitar por 55 kilómetros en entornos urbanos sin encender su motor a combustión y, por lo tanto, sin emisiones de CO2.

El X3 es un SUV compacto que fue, originalmente, el segundo SUV que creó BMW a principios de la década de los 2000. Surgió como un modelo que estaría por debajo del X5 en precio y tamaño. Ya en su tercera generación superó la barrera de los 4,7 metros de largo, aunque mantiene su configuración de 5 asientos, a diferencia de su hermana mayor que tiene lugar para 7 pasajeros.

Punto medio entre tradición y ecología

BMW X3 xDrive30e con la línea de diseño M Sport.

Las ciudades son puntos donde se concentra la contaminación generada por los medios de transporte con motores térmicos y la electromovilidad es una solución a ese problema. Si bien la transición a ese nuevo tipo de propulsión está en pleno desarrollo, todavía le pesa el problema del precio de las baterías, la autonomía con una carga y la débil red de electrolineras en muchos países.

Es por eso que los híbridos enchufables son el punto medio, una opción actualmente razonable: son capaces de moverse en ciudad sin usar el motor a combustión interna; se pueden enchufar en una electrolinera, por lo que no necesitan del motor térmico para recargarse; y luego pueden recorrer largas distancias por carreteras con la asistencia del motor a combustible, donde la emisión de gases contaminantes se prorratea en una mayor área y no en la urbe.

Con la suma del sistema de propulsión eléctrico el X3 se queda sólo diez kilos por debajo de las dos toneladas de peso.

¿Y cómo es el X3 xDrive30e? Comparte el motor a combustión interna con un X3 sDrive20i, es decir, el motor turboalimentado de 2 litros de cubicaje que produce 184 hp a las ruedas traseras. A esto se le agrega una batería de 12 kWh con un propulsor eléctrico de 109 hp para sumar 293 hp de potencia máxima. Además, entre ambos propulsores se logra un máximo de 420 Nm.

Esta vez la fuerza de los motores es enviada a las cuatro ruedas a través de una transmisión automática de 8 velocidades con convertidor de par provista por ZF, cualquiera sea la fuente de energía en uso. Entre ambos pueden hacer que el X3 híbrido enchufable alcance los 100 km/h desde parado en 6,1 segundos.

La única forma de distinguir a simple vista una X3 híbrida enchufable es por la tapa de la toma de corriente al lado izquierdo.

BMW declara que el motor eléctrico puede mover por su cuenta al X3 a un ritmo de marcha urbano por hasta 55 kilómetros. El Ministerio de Energía, en cambio, homologó a este SUV con un consumo de combustible promedio de 35,7 km/l y un gasto eléctrico anotado en 5,5 km/kWh. Esto último indica que, en teoría, los 12 kWh de las baterías de iones de litio podrían incluso alcanzar 66 kilómetros de autonomía.

La recarga de baterías mediante el BMW WallBox -un dispositivo que optimiza la carga de este SUV– toma 2 horas y 40 minutos hasta alcanzar un 80% de carga. El BMW WallBox está incluido dentro del precio de un X3 xDrive30e, mas no así la instalación de esta en el domicilio del o la usuaria.

También es posible enchufar el X3 a una toma eléctrica doméstica convencional con un cable también incluido en el modelo, pero con un tiempo de carga de 6 horas. Existen también distintos modos de manejo que gestionan el uso de los dos propulsores, ya sea por demanda de quien pilota o para minimizar el consumo. Para ese efecto también existe una función en el navegador del sistema iDrive7 que ayuda a encontrar la ruta de menor consumo energético para llegar a destino.

Según el modo de conducción que se escoja, este BMW puede circular en modo completamente eléctrico a velocidades de hasta 110 ó 135 km/h, aunque esto aumentará el consumo y disminuirá la autonomía de la carga. Con todo esto, el rango de las baterías debería ser suficiente para las rutinas de una gran mayoría de usuarios y usuarias, y con ello también debería ser posible una conducción citadina totalmente eléctrica.

Con lo bueno y lo malo, es un X3

La personalización en este SUV híbrido enchufable es igual a la que se puede aplicar en otros X3, ya sea con equipamiento opcional o las líneas de diseño X, Luxury y M Sport. También se mantiene todo el resto de las cualidades de usabilidad del X3: su ergonomía, la calidad de los materiales, el ajuste de sus paneles, la tecnología disponible a los pasajeros, su espacio interior, salvo por su maletero, pues cede 100 litros (quedan 450) para hacerle lugar a las baterías.

Concretamente, esta versión con acabado Executive incluye climatizador automático bizona, molduras decorativas de madera, tapiz de cuero Sensatec, asientos delanteros eléctricos con memoria, apertura gestual del maletero, sunroof panorámico eléctrico, un panel de instrumentos digital de 12,3’’, un sistema de infoentretenimiento iDrive7 con Apple Carplay (sin Android Auto todavía) y una pantalla de 12,3’’ (resolución de 1920×720 pixeles) más un sistema de audio con 12 altavoces y 205W, entre lo más reseñable.

Este modelo está disponible con un precio de lista de $60.000.000 con el programa 3x3x3 de BMW: 3 años de garantía (o 200 mil kilómetros, si esto ocurre primero), 3 años de asistencia en ruta y 3 años de mantenciones incluidas dentro del valor del vehículo, pero sólo hasta los 40 mil kilómetros. Este fue el segundo X de BMW en recibir una variante híbrida enchufable, pero ya fue la primera en convertirse en 100% eléctrica. Sólo falta ver si esta llega a territorio chileno.

Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.