BMW X5 y X6 M Competition: llegan a Chile con más de 600 caballos cada uno

Aunque todavía son controversiales, estos SUV se han hecho su propio espacio en la gama de BMW. Los X5 y X6 M son, de hecho, lo más alto en el portafolio de BMW y de la división M en Chile, al menos por precio. Hoy esta pareja ya está en disponible a pedido exclusivamente en […]

Aunque todavía son controversiales, estos SUV se han hecho su propio espacio en la gama de BMW. Los X5 y X6 M son, de hecho, lo más alto en el portafolio de BMW y de la división M en Chile, al menos por precio. Hoy esta pareja ya está en disponible a pedido exclusivamente en sus versiones Competition. Con esto el motor V8 que ambos llevan eleva su potencia hasta los 625 hp y la tarifa hasta los 170 millones de pesos.

El X5 lleva ya un largo camino hasta este punto. Nació en 1999 como el primer SUV de BMW y su hermano más apuesto y atlético, el X6, surgió en 2008 desde la base técnica de su segunda generación. Un año más tarde ambos recibieron el tratamiento deportivo del departamento M con el que le harían frente al Porsche Cayenne Turbo y al Mercedes-Benz ML63.

Ahora, X5 y X6 están en su cuarta y tercera generación, respectivamente y llevan bajo el capó el motor V8 más potente que ha creado BMW. Se trata de un bloque V8 de 4.4 litros biturbo (estos alojados dentro de la V) que entrega 625 hp y 750 Nm de torque. Este propulsor envía la potencia a las 4 ruedas por una transmisión automática “tradicional” de 8 velocidades.

Con el launch control pueden acelerar de 0 hasta 100 km/h en tan sólo 3,8 segundos. Esto es una barbaridad cuando se tiene en consideración que estos colosos pesan casi 2,4 toneladas. Ambos pueden alcanzar fácilmente su velocidad máxima limitada electrónicamente de 250 km/h. Si tienes suficiente pista por delante y pagaste el paquete M Driver, BMW desplazará ese limitador hasta los 290 km/h.

De izquierda a derecha: los X5 y X6 M Competition (F95 y F96) y la primera generación de la X5 M (E70). Esa unidad pertenece a un cliente de la marca.

Aun siendo SUVs, la parte del todo terreno queda fuera del panorama con las llantas de 21’’ en el tren delantero y de 22’’ en el trasero. De hecho, BMW dice que el X5 M es un SAV (Sport Activity Vehicle), como sigla de “vehículo de actividad deportiva”, y el X6 M, un SAC (Sport Activity Coupe), en referencia a “coupe de actividad deportiva”.

Aunque eso parezca un juego de palabras, si se hace una excursión en estos modelos, está claro que será al circuito. Ahí es donde el sistema de tracción a las cuatro ruedas M xDrive ayuda a transmitir toda la potencia en la pista o en la carretera y optimizar el agarre en curvas.

En esta labor trabaja el diferencial de deslizamiento limitado trasero Active M Differential, el que reparte la fuerza a cada rueda del eje según convenga. Sin embargo, a diferencia del M8 Competition, este sistema de tracción no puede desconectar el eje delantero ni tampoco tiene nada parecido a un modo drift.

El chasis de estos X5 y X6 fue reforzado por M GmbH para mejorar la rigidez torsional de la carrocería y con ello la precisión del comportamiento de manejo. Las suspensiones adaptativas tienen barras estabilizadoras activas y su correspondiente ajuste deportivo. Por último, los frenos han crecido para ofrecer mayor resistencia a la fatiga, que la necesitan para poder detener semejantes pesos.

Al ingresar al interior de estos BMW M se aprecia un ambiente distinto al de una Serie X estándar. El olor al tapiz de cuero Merino de las generosas butacas y los paneles se hace notar al abrir la puerta. Luego, al sentarse, el abrazo que dan los asientos y los elementos distintivos M anuncian el teatro que pueden montar las prestaciones de estos SUV. Esta percepción es aun más evidente en el X6 M, pues la posición de manejo es más baja.

El selector de la transmisión y el volante son propios de estas versiones deportivas. Junto a las paletas de los cambios están los dos botones rojos M1 y M2. Estos son accesos directos a modos de manejo previamente configurados por el o la usuaria.

El panel de instrumentos, 100% digital, como es de esperarse, tiene unos gráficos específicos para esta versión, los que a su vez se corresponden con los del head-up display que se proyecta en el parabrisas. Todo se remata con las molduras decorativas de fibra de carbono y numerosos emblemas “M” por todos lados.

Este es el privilegio que se paga con 168 millones de pesos por un X5 M Competition y 172 por un X6 M Competition… antes de agregar opcionales, claro. ¿Y las versiones estándar, no Competition? No llegan a Chile. Desde BMW afirman que el cliente de este tipo de autos busca obtener lo máximo de lo que el producto ofrece y desestima el sobreprecio que esto cuesta.

Las expectativas del fabricante en estos modelos son altas, pese a ser un vehículo de nicho, a su precio y a la crisis económica por la pandemia. De todas formas, Chile es el país donde más se venden autos M en esta región del mundo. De hecho, ya hay una que otra unidad de los X5 y X6 M Competition circulando por estos lados.

Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.