¿Carreras como la de Baltimore, favorecen o perjudican a IndyCar?

Ya hablamos de la carrera de IndyCar en Baltimore. Fue un desastre, pero también fue entretenida. Hubo 25 vueltas consecutivas sin acción, ya que la competencia se neutralizaba por un accidente en la curva 1 o en la horquilla que corresponde a la curva 3 del angosto callejero de Baltimore. Ganó Simon Pagenaud, igual que […]

2013 IndyCar Baltimore priority

En una carrera como la de Baltimore, esta foto tiene total sentido. (Imagen: Prensa EJ Viso)

Ya hablamos de la carrera de IndyCar en Baltimore. Fue un desastre, pero también fue entretenida. Hubo 25 vueltas consecutivas sin acción, ya que la competencia se neutralizaba por un accidente en la curva 1 o en la horquilla que corresponde a la curva 3 del angosto callejero de Baltimore. Ganó Simon Pagenaud, igual que la última vez que vimos semejante caos en una válida de IndyCar: La segunda carrera en Detroit. Hubo polémica con la dirección de carrera, hubo toques, hubo declaraciones cruzadas y también hubo espacio para adelantamientos, en un circuito donde pasar es casi imposible. O sea, a precio de caos, la carrera tuvo de todo. ¿Vale la pena? ¿Saliste con más ganas de IndyCar o con menos?

Yo creo que todos salimos con sentimientos encontrados después de ver la carrera de IndyCar en Baltimore, como de otras carreras (principalmente en callejeros) que han sido parecidas. Porque son frecuentes en IndyCar estas carreras caóticas. Hubo momentos de acción formidables, pero también hubo mucho desastre. Los pilotos no salen bien parados de este tipo de carreras. Eso está claro. Y eso me hace querer menos a la IndyCar. Por más de que la categoría sea muy competitiva, se nota la baja de nivel en comparación con los años dorados de la CART. Capaz que en esos tiempos también había carreras que terminaban siendo caos. Pero estos pilotos cometen errores y ejecutan maniobras que demuestran que no están al máximo nivel conductivo. El error de Will Power, quién sino está liderando es propenso a competer muchas faltas, chocando a Scott Dixon es inaceptable para un piloto de carreras. Y hay otros que cometieron errores inaceptables: Graham Rahal también chocando a Dixon, Oriol Servia pegándole a Sebastien Bourdais. A los ojos de seguidores de Fórmula 1 o NASCAR, por poner dos ejemplos, seguro las 25 vueltas de amarilla fueron un chiste. Definitivamente, me desanima ver tantos errores, tantos contactos evitables en una carrera que si fuera solo un poco más fluida sería espectacular.

Sebastien Bourdais Baltimore IndyCar

Sebastien Bourdais lideró buena parte de la carrera, hasta que el caos comenzó en Baltimore. (Imagen: IndyCar Media)

Otro tema que siempre queda flaco en IndyCar es la acción de los comisarios. Parecía que las cosas iban a cambiar con Beaux Barfield en reemplazo de Brian Barnhart, pero la verdad es que no se ha notado demasiado. Han habido decisiones poco claras, penalizaciones que no se dieron correctamente. En Baltimore no tuvieron mucha influencia, pero Scott Dixon igual se fue reclamando porque según él, los comisarios debieron penalizar a Rahal por el contacto en la primera curva. Luego se enojó porque con su posición en la relargada, que no le correspondía por la falta de penalización, chocó. Más tarde, no le devolverían el auto a los pits tras el accidente, lo que lo enojaría más aún. Dixon pidió que despidieran a Barfield por incompetente. Como culparlo, si hace una semana le tocó también el lado malo de las decisiones de los comisarios en Sonoma. Como sea, no encuentro que este aspecto sea realmente malo, pero siempre terminamos hablando de una u otra forma de los comisarios en IndyCar y eso no es tan bueno.

Pero por otro lado, ¿quién podría decir que se aburrió viendo Baltimore o Detroit? Las estrategias se vuelven locas, pilotos que no estamos acostumbrados a ver adelante aparecen, autos dañados se mezclan con los punteros. Hay pelea por cada posición y muchos sobrepasos. Suena como el ideal de cada carrera ¿verdad? Además, si no fuera por los accidentes, tal vez hoy no estaríamos hablando nada de la competencia y nos hubieramos quedado con los resultados, nada más. IndyCar es una categoría que da que hablar cada vez que corre y eso se agradece mucho, porque es algo que no siempre sucede en otras series como la Fórmula 1 o NASCAR. Es muy raro que nos vayamos enojados de una carrera de IndyCar, porque siempre, siempre pasa algo. Y eso nos da más ganas de ver IndyCar, y nos hace esperar con más ansias la carrera doble de Houston que se realizará a principios de Octubre. Seguro para quienes sintieron esto y estaban viendo la carrera, les dará ganas de volver a encender la televisión y ver IndyCar dentro de un mes. Para mi, la balanza se inclina a favor de esta. Prefiero tener una carrera que tenga temas para comentar y eso supera las risas y la verguenza ajena de ver tantos incidentes.

¿Qué opinas tu? ¿Te motiva más la carrera de Baltimore? ¿Eres de los que encontraste que la competencia fue un circo? No seas tímido y comenta más abajo.

Editor Área Motorsport Sigo el automovilismo desde los cuatro años. Es un deporte que nunca deja de sorprenderme, y que me gusta porque mezcla tanto la destreza y estrategia de los pilotos y equipos con la mecánica y tecnología de los automóviles. Me puedes encontrar en Twitter hablando sobre autos como @felipegana