Carretera del Automovilismo

Los automóviles hoy en día nos permiten ir al trabajo y de vuelta a casa, de viaje un dí­a domingo por la playa, una excursión a la montaña, viajar en «aventuras» por lugares de hermosos paisajes. Sin duda los vehí­culos propulsados por combustión interna son hoy en día son una gran ayuda y muchas veces imprescindibles, pero […]

Los automóviles hoy en día nos permiten ir al trabajo y de vuelta a casa, de viaje un dí­a domingo por la playa, una excursión a la montaña, viajar en «aventuras» por lugares de hermosos paisajes.

Sin duda los vehí­culos propulsados por combustión interna son hoy en día son una gran ayuda y muchas veces imprescindibles, pero ya hace años atrás, sólo se conocían los carruajes. La familia se trasladaba de un lugar a otro por medio de carros de arrastre, tirados por animales. Era un viaje lento, aventurero y muchas veces peligroso.

Debió pasar mucho tiempo, para que este método cambiara. El humano querí­a un medio más rápido, y de mayor confort. Pero mucho antes de Karl Benz, Gottlieb Daimler construyeran lo que se llamó el primer «vehículo» y antes que se pintara la Mona Lisa, Leonardo Da Vinci ya pensaba en «máquinas» capaces de moverse por medio mecánico. Sin duda este sueño, era algo esperado por el humano.

Como otro dato, Homero en «La Iliada» escribió sobre las ruedas con vida. El vapor fue por muchos años el medio por el cual se movían esas piezas de fierro fundido que daban como resultado el movimiento, locomotoras, e incluso vehí­culos de pasajeros de pequeño tamaño circulaban por Japón y Europa por esos días.

Pero el momento tan esperado llegó, eran esas «cajas de fierro» que cuidaban el motor y a sus ocupantes. Se transformó en una revolución. Las personas con más ingresos podían optar a esto, esta nueva tecnología, la cual abrió una carretera enorme, con avances tecnológicos, y que aún no se detiene.

El primer motor a combustión se creó cerca del 1860, cuando se diseñó un motor con una baterí­a, una bobina y una bují­a de encendido, fue desarrollado por «Etienne Lenoir», por lo cual, el motor de Lenoir fue el primero en ser comercializado.

Ford T

Pero más tarde, en 1876, Nickolas August Otto, aleman, había estado experimentando con motores parecidos a los del recién mencionado Lenoir. Otto, diseñó la forma mejorada de crear una combustión, comprimiendo la mezcla de aire y combustible dentro del cilindro, lo cual permití­a que este fuera más suave que el recién creado. Este fue el primer motor de combustión interna de cuatro tiempos, a diferencia del Lenoir que contaba con dos tiempos. Pero lamentablemente, Alphonse Beau, habí­a descrito un motor similar unos años mas tarde, lo cual impidió que le otorgaran la licencia a Otto. Pero aun así­, hoy en día se conoce al motor de cuatro tiempos, como el motor de ciclo «Otto». Más tarde se seguirí­a mejorando este motor.

Nickolas Otto

Luego las «cajas metálicas» pasaron a tomar una forma mas estática, con líneas incluso mas artísticas. Las bellezas del automovilismo surgí­an de mano de grandes diseñadores, los cuales impregnaban un arte, el cual era reflejado en un estilo, el cual era sello de alguna marca. A esto se sumo la carrera de la aerodinámica, y la potencia en los vehí­culos. Así­ nacieron grandes modelos como el Modelo T, los Isotta, Fiat 508, Citroen Avant, MB 540K, Chrysler AirFlow, Lincoln Continental, el MG TD, Lancia Aurelia, Chevrolet Bel Air, Cadillac, Jaguar E-Type, Shelby Mustang, Lamborghiini Miura, pasando también por el último auto presentado por Enzo Ferrari, el F40, y llegando hasta la actualidad, con modernos vehículos, con lí­neas elegantes, sobrias, y a veces exóticas.

paralelepipedo

La carretera del automovilismo fue abriendo ventanas, ya en el año 1890 se competí­a por tener el vehículo más rápido. Eran muchas las competencias, de aca nacieron grandes leyendas del volante, además de esto, se creó una fuerte competencia entre las marcas, Chevrolet y Ford peleaban cada fin de semana en los «Speedways» de Estados Unidos por tener un lugar. Esto les significaba hasta un 80% de aumento en sus ventas en los d­ías siguientes. Leyendas como el Ford Mustang fueron creciendo, pero el lado europeo no se dejaba estar. Grandes galpones fecundaban grandes creaciones, innovadoras, con la mezcla del deportivo y lujoso. Para mi gusto, Europa fue parte clave (y aun lo es) de la era del Romanticismo automovilístico. Vehículos de grandes prestaciones, con hermosas lí­neas, de un precio elevadísimo hací­an de estos, una lí­nea resignada para algunos, los cuales quedaron en la memoria, y hoy en dí­a son las «joyas» a las cuales llamamos.

Hoy, ya no es común ver vehí­culos de más de una tonelada, potentes, y deportivos saliendo de fábrica. El concepto fue cambiando, paso de ser el auto americano «muscle car», al vehí­culo liviano con altas prestaciones. Los países Asiáticos son unos de los que ingresaron a la carrera por los vehí­culos potentes, amenazaban con crear autos livianos, con un excelente handling, grandes prestaciones, y que vení­an a arremeter con la gloria americana… y así fue.

Nissan, Honda, Mazda, Toyota son algunos de los que encabezaron esta revolución. De Europa surgieron también modelos potentes, pero ellos no deseaban perder esa lí­nea suave, pero aun así­ consiguieron grandes vehículos desde las bodegas de Maserati, Fiat, Porsche entre otros.

La era del carburador, tuvo muchos vencedores, al igual que perdedores. Pero algo pasaba, el público (en su mayoría joven) que compraba los potentes modelos deseaba más. Tomaban sus autos y comenzaban a modificar de forma básica. Fueron viendo que al realizar pequeños cambios, el motor tomaba otro aspecto, un poco más agresivo. Fue así­, como el mercado de la potenciación aumentó mucho más. Los motores ya no poseí­an la potencia de fábrica, ahora era más, incluso la doblaban.

Empresas en el área mecánica, vieron como esto iba en aumento, y decidieron crear piezas de «upgrade» para dar más «potencial» a esos motores. La sobrealimentación era cosa común en los V8’s, cambio de piezas mas resistentes y livianas por esas «pesadas y robustas» de fábrica. Modificaciones a la transmisión, ejes, alimentación. Con el nacimiento de la inyección electrónica y su masificación, la «electro-modificación» fue parte clave. Esto iba aumentando, pero, ¿Dónde llegaría? ¿Qué se agregaría?, ¿Qué otros métodos se crearían?, la autopista del automovilismo abrió otra puerta, la del «deporte en cuatro ruedas».

Fotógrafo Racing5 “Cambié los aviones por los autos a los 6 años; me di cuenta que sería más fácil obtener mi licencia Clase B, que de piloto de combate. Luego, el fanatismo fue cosa de segundos”