Clases de moto al estilo BMW Motorrad ¿Cómo pasar de las cuatro a las dos ruedas?

A título muy personal, siempre he sido un hombre de cuatro ruedas. Tracción integral, delantera o trasera, pero cuatro ruedas. Mis experiencias arriba de una moto solamente se remiten -naturalmente- a las de cuatro ruedas, porque tengo una. Pero mis experiencias con dos ruedas y un motor son más bien nulas. La primera vez que me subí a una moto, aprendí que la primera se pisa y las otras marchas están sobre el punto neutro y eso fue en el simulador de Harley Davidson y en un simulador virtual instalado en una tienda de Honda Pro Circuit. O sea, motos estáticas en el primer caso y en el segundo caso… un computador.

Pero bueno, para todo siempre hay una primera vez. Durante el último lanzamiento de BMW Motorrad, a los periodistas especializados, se nos ofreció la oportunidad de aprender a manejar una moto, y para los que ya lo hacen (como mis colegas de S Motos) perfeccionarse un poco y disfrutar de los nuevos modelos. No esperé mucho y me anoté.

A bordo de toda la flota todo-terreno de BMW (X1, X3, X5 y X6) nos dirigimos hacia la ex-Ciudad Azul (los más peloteros conocen de este lugar) en El Noviciado, dirigidos por nuestro instructor Andrés Jara, quien ya lleva bastante en esto de las clases en Motorrad y en otras marcas. Un crá.

Ahí, nos estaban esperando varias motos de la gama GS de BMW que vienen a ser motos de carácter mixto, hechas para viaje en carretera y con características endureras, para enfrentar terrenos más ásperos. Es el equivalente a un crossover en el mundo de las cuatro ruedas. Las motos de instrucción para los más novatos correspondían a unidades de las G650 GS y la F700 GS. No son motos pequeñas. Entre las motos también se encontraba una R1200 GS y una F800 GS con escape Akrapovic.

Para comenzar, lo primero es saber dónde están los frenos y el acelerador. No, las motos no son algo nuevo para mí, pero jamás había entrado en cuenta que todo lo que tiene que ver con frenos se encuentra al lado derecho, mientras que lo que corresponde a transmisión, al izquierdo. Y menos mal que los simuladores me habían enseñado algo sobre manejo de acelerador, embrague y caja de cambios. No estaba tan en pañales.

Cuando ya nos habíamos adecuado a las motos, comenzamos a saber cómo se encienden y cómo se comporta su mecánica. Los consejos son los mismos que en un auto. Nadie acelera hasta el final y pisa los embragues a fondo. Todo se hace con mesura, tal cual como en la calle. Pero debo decir que el embrague es muy sensible y cuesta un poco habituarse a operarlo con la mano. A veces la mala costumbre de mi Quad, con embrague centrífugo, me hacía olvidar que lo tenía. Muy mal. Lo segundo es no frenar con el freno de la rueda delantera y frenar con el pedal la rueda trasera para evitar no caernos. Yo sé que los que tienen más experiencia se van a reír, pero son cosas que para los novatos no son tan evidentes.

Después realizamos un pequeño ejercicio de manejo de embrague, donde en una pequeña subida, aceleraríamos solo con la fuerza del motor y sin tocar acelerador. Al sentir que la moto se iba a detener, apretar el embrague para recuperar el ralentí y deslizarnos con cuidado hacia atrás. Y ahí caí en cuenta de un segundo detalle: el equilibrio. Y no porque no tenga equilibrio, pero estas no son motos pequeñas.

Ya dominados el embrague y experimentado la inercia de la moto, pasamos a nuestra primera prueba de fuego. Conducir un tramo corto en línea recta, deteniéndonos al final, con el freno de la rueda trasera y accionando el embrague, como en un auto. Por falta de motos más pequeñas, en esta ocasión me subí a una más grande, la F700 GS y si me sentí un tanto incomodo con el peso extra. De hecho, estando detenido, se me cayó la moto, de puro pavo y no tenía mucha fuerza para levantarla, pero salí del paso.

Aparte de eso, un par de vueltas y ya estábamos todos en condiciones aceptables para poder realizar un pequeño paseo, donde aprenderíamos a girar sin miedo a inclinarnos un poco y a pasar los cambios (o recortar). La cabeza siempre en alto para realizar los giros, los que se inician con la mirada, casi como el dicho «donde pongo el ojo, pongo la bala».

Y en este paseo volví a la G650 GS. Me fui lento, pero sin mayor problemas pude disfrutar bastante de la moto, sin dejar de lado la concentración en los juegos de embrague, caja y frenos. Mi segundo paseo fue más largo y más rápido, donde pude sentir más la moto en terrenos un poco más sueltos. En velocidad constante, la moto se porta muy estable y no cuesta acomodarla un poco.

Al bajar de la moto me invadió esa inmediata sensación de «misión cumplida». Por fin había manejado una moto aprendiendo lo basico sobre su conducción. No tuve porrazos y lo que más me costó fue la sensibilidad del embrague, acostumbrarse a doblar más cerrado sin miedo y lo último… manejar el volumen general de la moto. Para los que partimos en esto, es necesario una moto más pequeña, de menor tamaño y cilindrada. A las motos ahora las miro con otra perspectiva y quien sabe… a lo mejor en un futuro también me decida por una, o mejor, termine probando motos para #lanaranja. Por algo hay que partir.

*Muchas gracias a Andres y a los amigos de BMW / BMW Motorrad por la oportunidad y buena onda. Felicitaciones por la iniciativa de hacer instrucción a clientes y futuros clientes, asi como esta actividad para prensa.