Crónica: Ford Crown Victoria, el último de una raza
Hay autos que simplemente son una leyenda, porque han marcado una época, una manera de hacer las cosas y porque, claramente, son muy recordados por los románticos del automovilismo. La frase que acabo de escribir, suena súper bien para despedir quizás a algún deportivo purasangre o a algún vehículo ícono a nivel mundial, sin embargo […]
Hay
La frase que acabo de escribir, suena súper bien para despedir quizás a algún deportivo purasangre o a algún vehículo ícono a nivel mundial, sin embargo al que vamos a despedir, más que un ícono, era uno de los nuestros (si yo fuera estadounidense, claramente), porque envejeció junto a la policía, a los taxis y a muchas familias, por ser un auto que simboliza, quizás la más pura esencia estadounidense. Este es el Ford Crown Victoria, que se despidió el 15 de Septiembre para no volver y que tributaremos como corresponde, aquí en Racing5.
Ah, good times. Piensa: un sedán enorme, con asientos de banca adelante y atrás, lo que sugiere una capacidad tan grande como la de una Ford F150 actual, palanca de transmisión en la barra de dirección, maletero perfecto para llevar más de cuatro cadáveres y un motor V8. Oldschool. Más encima, barato. Muy.
El Crown Victoria, si bien lleva el nombre de otro modelo de Ford, más antiguo, así como comienza su leyenda, nació el año 1979, como la versión más elegante -y de plataforma extendida- del LTD, un modelo nacido en los ’60 como respuesta a autos como el Chevrolet Caprice.
LTD, que significa «Luxury Trim Decor» correspondía básicamente a una versión tope de línea para el Ford Galaxie, hasta que se terminó llamando LTD solamente. A fines de los ’70 el LTD se dividió en dos modelos, el LTD estándar, que fue reemplazado por el Ford Taurus (no necesitamos recordarte lo importante que es) y el LTD Crown Victoria. Todo calza pollo.
El Crown Victoria va armado sobre la plataforma Panther, la que con sustanciales mejoras fue renovándose. Sin embargo, no sucumbió ante las plataformas más chicas o las nuevas tendencias. Mientras autos como el Chevrolet Caprice se descontinuaban, en favor de nuevos modelos más pequeños, lo que hizo Ford fue derivar todos los modelos más pequeños a la plataforma Fox y mejorar a los autos de tamaño completo con rediseños más aerodinámicos y la asistencia de la electrónica en la mecánica, entre otros detalles.
Los primeros Crown Victoria llevaban un motor de 4.2 litros V8 pero carburado y con unos miserables 122 caballos de fuerza. Era un auto muy lento y gastador, pero extremadamente confiable y confortable, además de practico, al menos para los estándares estadounidenses. El primer restyling del Crown Vic llego en 1983, cuando el LTD estándar se cambió a la plataforma Fox. Ese mismo año el Mercury Grand Marquis sería el símil del Crown Victoria pero con una apariencia más elegante. Con esto llegaría un nuevo sistema de inyección de combustible central, un motor de 5 litros de la serie Windsor, una nueva parrilla con el logo ovalado de Ford y luces traseras nuevas. Junto al Crown Victoria y al Grand Marquis, también compartía plataforma el Lincoln Town Car, el auto tope de línea de la casa del ovalo, destacándose por sus sistemas electrónicos como una computadora digital de viaje y un sistema de seguridad con código electrónico.
Entre 1985 y 1986 también haría debut la inyección electrónica. Para 1988 el restyling de cada modelo era necesario, puesto que las altas ventas y los -aun no estratosféricos- precios del combustible le dieron el favor a Ford, en pos de los modelos de la competencia, en plataformas más pequeñas y tracción delantera. De hecho los modelos de la plataforma Panther estuvieron a punto de morir durante esa época, pero Ford se las arreglaría para seguir adelante.
Así fue como con cada vez diseños más distintivos y opciones más actualizadas, los tres modelos siguieron sus ventas. Mientras el Lincoln Town Car se perfilaba como uno de los autos más elegantes de Estados Unidos, el Crown Victoria era la opción del pueblo, la preferida por los cuerpos de policía y taxistas, gracias a su tamaño, espacio y durabilidad. Si querías tener un V8 a toda costa, era el auto. Además, el efecto de las persecuciones en el Cine lo inmortalizarían como el típico auto estándar estadounidense multipropósito, omnipresente e indestructible.
Los ’90 también verían un nuevo motor modular SOHC V8 de 4.6 litros para cada versión de la plataforma, salvo para el único y exclusivo Mercury Marauder, que usando piezas extraídas del motor del Ford Mustang Mach 1, alcanzaría los 300 caballos de fuerza, además de una transmisión automática de cuatro velocidades, tacómetro y diferencial tomados prestados del Crown Victoria Interceptor, el auto que usa la policía. Aunque su apariencia malvada y deportiva, así como sus grandes llantas y rendimiento lo hacían un auto muy atractivo, sus ventas lo enterraron pronto, transformándose rápidamente en el más «exótico» de los autos Panther.
Ya en el nuevo siglo, los tres modelos se renovarían un par de veces más, con nuevos sistemas de dirección, mejoras en los materiales y sistemas electrónicos, pero la situación ya no era la misma y con ventas muy bajas en retail, Ford decidió apuntar el modelo solo a ventas de flotilla, donde los taxistas y policías seguirían siendo los principales compradores. Así fue como después de la muerte de Mercury, el último Grand Marquis saldría de la planta de St. Thomas en Enero. Lo mismo con el Town Car, que fue el último auto de la línea Panther en venderse al mercado retail, terminando su producción el 29 de Agosto de este año. El Crown Victoria termino su producción el pasado 15 de Septiembre, con una unidad en color blanco con destino a Arabia Saudí, uno de los últimos mercados de exportación de este modelo, ya que no podía ser vendido en Canadá o Estados Unidos por no contar con un sistema electrónico de estabilidad, norma obligatoria para todos los modelos 2012 en adelante.
Aunque ambos tres modelos tuvieran diseños actualizados y todos los gadgets de norma, desde tableros digitales, radios con MP3, asientos de cuero y otras amenidades, la plataforma era la misma desde 1979, con una estructura de carrocería sobre chassis, motor V8, tracción trasera, suspensión independiente adelante y de eje rígido trasero (aunque mejorado en los últimos modelos con un anclaje tipo Watt)
No hay auto que reemplace en la actualidad al Town Car o al Crown Victoria. Para los taxistas era un auto que ofrecía un nivel de confort que jamás les brindara un auto más pequeño y para los policías era un auto extremadamente fuerte y fácil de reparar. Ford en la actualidad ofrece una versión Interceptor del Taurus y la Explorer para patrullaje, pero a la policía tampoco les ha gustado mucho estas versiones.
Si bien sabemos que Cadillac tiene al CTS como un sedán de tracción trasera, es de tamaño medio y adaptado para competir con rivales de corte más europeo. El «Crown Vic» sera por el momento y quizas por un largo tiempo, el ultimo gran sedan norteamericano con V8 y tracción trasera.
Cada mercado tiene sus idiosincrasias y es por lo mismo que se echa tanto de menos al Crown Vic, porque prácticamente, era el último auto hecho como de verdad les gustaba a los gringos. La tecnología y la situación económica así como los problemas medioambientales han dado paso a plataformas mucho más funcionales y multipropósito, así como a las plantas hibridas y eléctricas, que jamás le darán a un policía la potencia de un V8 para ir en una persecución. Lo mismo pasa con los muy bien equipados vehículos compactos, que podrán ser muy prácticos pero jamás lo suficientemente amplios para el uso que le dará un taxista, que no dará su brazo a torcer por manejar algún furgoncillo de pasajeros, por lo poco macho que es.
Así termina la historia del Crown Victoria, un auto que extendió su vida casi 30 años estrujando la tecnología de antaño, la que aún le era útil a muchos norteamericanos. Ford sobrevivió a la crisis y actualmente se encuentra con planes bastante ambiciosos en cuanto a lo que respecta a sus plataformas globales y nuevos conceptos de diseño, donde la plataforma Panther era una piedra de tope. Y quizás es el símbolo más grande de una situación que se da solo en Estados Unidos, románticos pero tercos, donde cuesta que entren modelos de gran atractivo, por su gusto por los autos hechos a la antigua, con mucho torque y gran espacio a un precio módico. La muerte del Crown Victoria es el último llamado de atención a que los tiempos, para bien o para mal, son otros.
Jorge Beher
Ex-Editor y Test Driver - La grua se lo llevó a la competencia, despues de 6 años defendiendo los colores de la Escuderia Naranja. Sin embargo, en su corazón, todos sabemos que es de los nuestros. En Twitter es @absolutbeer