Daniel Gouet: «Lamentablemente, el invierno altiplánico nos jugó una mala pasada en el peor momento»

Daniel Gouet dijo adiós al Dakar 2012. (Imagen: Tamarugal XC Honda Racing, Rodrigo Farías)

En un cruce de río, crecido por el Invierno Altiplánico, la Honda CRF 450 X  de Daniel Gouet fue arrastrada por la corriente, perdiendo primero los instrumentos de navegación por culpa del agua y, luego, sufriendo la rotura del motor. Así, concluyó la exitosa aventura del emergente piloto penquista en esta edición del Dakar, en la que hasta ayer marchaba 12° en la clasificación general. Parece increíble, ya que la moto se encontraba en su mejor estado y anteriormente se había cruzado ríos igual de complicados sin problemas, y otros pilotos no han tenido tantos problemas.

¿Qué pasó? Primero el accidente con la moto la hizo mojarse mucho más que en otras oportunidades. Y segundo y más importante, la situación de Gouet se vio empeorada por las características de este tramo, considerado como etapa «maratón» por la ASO, lo que significa que están prohibidas la asistencia de los equipos a su pilotos y la intervención a los vehículos. Los pilotos no cuentan con sus asistencias, debiendo reparar, al final del día, ellos mismos sus máquinas con los recursos con que ellos mismos contaran. Luego una falla así era particularmente grave. Daniel sólo contó con la ayuda de su compañero Claudio “Burrito” Rodríguez, quien venía detrás y se quedó cerca de una hora con él. Después de Rodríguez llegaron los hermanos Jaime y Felipe Prohens, los cuales también querían acompañarlo, pero el propio Gouet les dijo que siguieran su camino, que nada más se podía hacer.

Los comentarios completos de Daniel Gouet y Javier Campillay del Tamarugal XC Honda Racing tras este triste abandono, tras el salto.

“A poco de comenzar la primera de las dos especiales del día, había un cruce de río, que estaba muy caudaloso y crecido. Tuvimos dificultades para cruzarlo, y una vez recuperada la moto desde el agua, nos encontramos sin ningún instrumento de navegación (GPS y Roadbook) funcionando. Sin embargo, y luego de mucho trabajo, conseguimos echar a andar la moto, pese a que sabíamos que había algún daño en el motor, pues ingresó agua al aceite”, comienza a describir el hombre de Tamarugal XC-Honda Racing.

“Aunque la moto arrancó, las opciones de llegar a la meta eran escasas, debido al daño sufrido. Más encima, hoy no teníamos asistencia en el bivouac, por lo que tampoco habría chances reales de cambiar el motor o repararlo adecuadamente. Pero retomamos el andar y, a los 30 kilómetros, la mecánica no quiso más: se fundió”, agrega un decepcionado Gouet.

Daniel Gouet sufrió una gran decepción en la ruta hacia Arequipa. (Imagen: Tamarugal XC Honda Racing)

“En ese río Daniel fue arrastrado y le entró agua a la máquina por el sistema de aspiración. Trató de arreglar el lío durante varios minutos, pero se quedó sin sistema eléctrico y sin navegación. Avanzó algo, pero el motor no dio para más y por eso se vio obligado a abandonar. Una pena, estamos todos tristes y bajoneados. Él se quedó acompañado por su mecánico, Marcelo Verdugo, y por nuestro jefe de logística, Maurice Maurin, mientras lo íbamos a buscar con los camiones de asistencia”, indicó pasado el mediodía Javier Campillay, jefe del Tamarugal XC Honda Racing Team.

Si bien el penquista se encuentra bien físicamente, se mostraba muy afectado por la forma en que terminó su segunda incursión en el Dakar. El penquista quería terminar si o si y había hecho una carrera muy inteligente. “Veníamos muy bien, bastante cómodos, y con la ilusión de llegar hasta Lima. Hasta el momento, no habíamos sufrido grandes problemas en diez días, y rematar la carrera de esta forma parece un poco injusto para todo el esfuerzo realizado”, dice.

Gouet sorteando las inclemencias del desierto en su motocicleta. Lamentablemente este Dakar 2012 se acabó para él.

“Agradezco a profundamente a Honda Racing, a Tamarugal, al equipo de técnicos que está detrás de este esfuerzo, y a todos nuestros auspiciadores, que nos ayudaron a estar muy adelante en la clasificación. Lamentablemente,el invierno altiplánico nos jugó una mala pasada en el peor momento. Pero ya será tiempo de revanchas”, afirma, convencido y con ganas, el piloto penquista de 24 años.

Gouet ya está pensando en el futuro. “Habrá que pasar rápido este mal momento y desde ya comenzar a prepararnos para el próximo Dakar, donde el desafío es llegar a Santiago”, concluye Daniel.