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Sin embargo, el talento del Elantra estaba en el factor democratizante que tiene su relación precio-calidad y diseño, porque bueno, el Elantra es un auto muy atractivo. Para superar esto, Hyundai ha dotado al nuevo Elantra de líneas menos fluidas pero que ganan en solidez, para un look más maduro, pero a la vez más preciso, menos exuberante quizás.
En el interior es donde los cambios son más radicales, incluyendo una consola como la del Sonata… cuadrada. Se acabó la época del futurismo postmoderno y ahora parece ser que todo busca medirse, como si el Elantra nos dijera que ya pasaron sus 15 minutos de fama alocada y ahora es un modelo consolidado. Nos gustaban sus formas anteriores, pero en cuanto a texturas, en las imágenes se ven claros avances. No se puede tenerlo todo en la vida.
Aparte de los avances en equipamiento tecnológico, se suman las plantas motrices de 1.6 y 2 litros bencineras, junto a la 1.6 diésel y cajas de 6 velocidades, sean manuales o automáticas.
¿Qué te parece el nuevo Elantra?