La eterna pregunta ¿Nuevo desde o usado full?

Joven o adulto. Con mucha plata o poca. Familia grande o proyecto de deportivo. Gasolina o diésel. Station Wagon o SUV. Me gustan los autos o quiero solo un medio de transporte.

Son muchas las preguntas que uno se hace a la hora de comprar un auto. Para los que la tienen clara, sus preferencias escasean y los que no saben mucho, se deshacen en preguntas, leen Racing5 para informarse y aun así no saben que escoger. Son muchas las variables a la hora de escoger, pero de todas estas, siempre hay una pregunta que uno se hace que  no deja de ser importante a la hora de escoger a nuestro futuro compañero de cuatro ruedas: ¿Me compro uno nuevo desde o un auto usado full-equipo?

¿Por qué optar por un auto nuevo?

Para algunos, comprarse un auto nuevo es la razón obvia en el mercado. Claro, viene 0 kilómetros de fábrica, modelo del año, con ingeniería y tecnología de punta, además de diseño actual. Un auto nuevo tiene garantía fresca, lo que te da seguridad y… para qué estamos con cosas: el auto esta impecable, no tiene abollones, rasguños, mugre o piezas alternativas. No tiene ningún historial previo anterior, lo que significa que tú serás el primero en llenarlo de historias y no tendrás que hacerte cargo de absolutamente nada extra -que no le hayas provocado tú.

Pero muchas veces, los autos nuevos no vienen tan equipados y con precios que van en ascenso, es más difícil lograr el auto con el tamaño y el equipamiento ideal. Terminamos eligiendo un modelo desde, sin frenos ABS, con plásticos de color gris en el exterior y ruedas tan delgadas como las de una moto. Uno siempre quiere un poquito más. También podemos encontrar autos relativamente bien equipados, con completo kit eléctrico y hasta full equipo pero no nos gusta su diseño, no ofrecen una importante seguridad o son muy chicos.

¿Y un «semi-nuevo»?

Entendemos comúnmente entre los tuerca, un auto «semi-nuevo» -en Chile- como un vehículo usado, pero con muy poco kilometraje, del año o de hace uno y por lo general, garantizado desde el concesionario. A su dueño no le gustó o tuvo algún problema que no le pareció y lo vendió con cinco mil o veinte mil kilómetros. Es una gran opción para aquellos que tienen el modelo, pero no quieren el desde y pueden encontrar por uno o dos millones menos, la versión más equipada, aprovechando la garantización de concesionario.

«Me encontré un BMW en cinco millones»

¿Que otro auto podrías comprar con cinco millones? Un citycar, segmento que inmediatamente se ve opacado ante la palabra BMW o Mercedes-Benz. Claro, el prestigio pesa y quien no desea manejar el auto de sus sueños, aunque esté usado, ligeramente abollado y sea difícil de mantener. Muchas veces los autos usados, representan una opción bastante real a la hora de adquirir un auto, pero aunque estos se pueden ver muy bonitos en la venta, no sabemos su historia real y muchos tienen bastante kilometraje, lo que habla del uso que se le ha dado y de las probables mantenciones que nos toque hacerle para que siga su correcto funcionamiento. Algunos tienen botones pelados, tapicería desteñida, ruidos, malos trabajos de pintura y los que tienen más mala suerte, tristemente «flaituneados».

Pero esto es solo prejuicios. Si tú sabes buscar bien, te asesoras y tienes claro cuánto quieres invertir, puedes encontrar verdaderas joyas, autos únicos u opciones mucho más convenientes que con un auto nuevo.

«Todos los autos usados están malos, por eso la gente los vende»

Esto es una falacia tradicional en muchos compradores. ¿Por qué uno vende su auto? Porque te falta plata, porque no te gustó, porque gasta mucho, porque encontraste una mejor opción, te estas renovando o bueno, porque el auto fue chocado, lo reparaste y no quieres tener futuros problemas con el. Pero es una de las tantas razones y no hay motivo para desconfiar.

¿Qué tener en cuenta a la hora de comprar un auto usado?

• Multas: Revisar en el registro civil que el auto no tenga situaciones impagas, desde el Tag hasta partes comprometidos.
• Carrocería: Si hay paneles que a la luz lucen ligeramente fuera de todo, probablemente el auto fue chocado y reparado. Revisar si el daño fue considerable o solo fue un abollón menor. En autos antiguos o «de colección», ojo con el óxido.
• Sistema eléctrico: Chequear luces, sistema de encendido y todo lo que necesite electricidad, desde las ventanas hasta la alarma
• Mecánica: Una buena inspección visual no es suficiente. Revisar niveles de fluido, historial de mantención, neumáticos y solicitar aunque sea «una vuelta a la manzana», para detectar defectos en la caja de cambios, dirección y aceleración. Si todo está en orden, perfecto. Además, si tienes algún amigo mecánico o que sepa de autos, siempre puedes llevarlo para que te ayude.
• Mantenciones y pagos: ¿Será la patente muy cara? ¿Cuánto sale la mantención? ¿Qué detalles tengo que tener en cuenta? Mucho ojo siempre con esto. Hay quienes se «calientan» con la idea de comprarse un auto alemán de principios de los noventa por su prestigio y presencia (el status no se desvaloriza) pero no saben que ese auto usa neumáticos grandes, que cuestan dinero; tienen sistemas sofisticados que son complejos de arreglar o cosas así. Hay quienes les gustan los autos exóticos, de marcas que no existen o que ya no tienen soporte oficial. Puede que no sean autos malos, pero hay que considerar disponibilidad de repuestos y otros insumos. Si te gusta lo práctico, mejor que no; si eres tuerca y te gustan los proyectos y sabes a lo que vas, disfruta.
• Papeles al día: En cuanto a Revisión Técnica y Patente. Una Revisión Técnica no pasada, puede ser por algún defecto que tendrás que reparar tú, como luces, neumáticos o emisiones de gases.
• Cotizar: No solo en el diario, también en automotoras y en Internet. Puedes encontrarte con el mismo auto, pero mejor equipado y a mejor precio o mejor mantenido.