Maserati Ghibli Hybrid: el tridente italiano da su primer paso hacia la electrificación

La electromovilidad no es ninguna sorpresa, es inminente y ya estamos en plena transición hacia su plenitud en la industria. Maserati no será la excepción ni se podrá escapar de este fenómeno, muy por el contrario, porque ya presentó una versión híbrida del sedán Ghibli que viene a ser el precursor de la nueva hornada […]

La electromovilidad no es ninguna sorpresa, es inminente y ya estamos en plena transición hacia su plenitud en la industria. Maserati no será la excepción ni se podrá escapar de este fenómeno, muy por el contrario, porque ya presentó una versión híbrida del sedán Ghibli que viene a ser el precursor de la nueva hornada eléctrica del fabricante italiano que será revelada durante los próximos 5 años.

El Ghibli se presentó en 2013 en el Salón del Automóvil de Shangai como un sedán deportivo que le haría compañía al Quattroporte y que competiría con grandes nombres en el rubro de los sedanes de lujo del segmento E, como el BMW Serie 5 o el Mercedes-Benz Clase E. Hasta el momento sólo ha tenido motorizaciones V6 turbo bencina o turbodiésel de hasta 430 hp.

Esta nueva variante híbrida del Ghibli marca un hito importante en la historia de Maserati: es el primer modelo -parcialmente- eléctrico que comercializa la compañía. Maserati jubiló el año pasado al GranTurismo y al GranCabrio y durante el 2021 se conocerán los modelos totalmente eléctricos que los reemplazarán. En el intertanto está previsto que el 9 de septiembre de este año se corra el telón del MC20, el próximo superdeportivo de Maserati.

Retoques estéticos y tecnológicos

Los exponentes dominantes del segmento donde compite el Ghibli ya tienen medio pie puesto en el territorio eléctrico. BMW, por ejemplo, tiene al 530e; Audi ofrece una versión híbrida enchufable del Audi A6 y a Chile llegó con versiones microhibridadas. Incluso el Tesla Model S puede considerarse un competidor del Ghibli. Pero más vale tarde que nunca.

El Ghibli Hybrid se encarna en el casi desapercibido facelift que recibió en 2018. Para diferenciarse estéticamente del resto de la gama recurre a una nueva opción de pintura exterior de color plata con acabado metalizado, acentos azules y unos focos traseros rediseñados e inspirados en el 3200 GT. Los detalles de color se notan en las salidas de aire laterales y en las pinzas de freno.

El mismo tono se replica dentro del habitáculo en las costuras del tapiz de las puertas y del salpicadero. Con esta nueva variante se estrena el sistema de infoentretenimiento Uconnect5, cuya capa personalizada por el fabricante se llama Maserati Inteligent Assitant.

Esta plataforma, desarrollada por Android Automotive, permite conectividad con Alexa de Amazon o Google Assistant, además de la preinstalación de Android Auto y Apple CarPlay. Usa un nuevo panel táctil de 10,1’’ con resolución HD y procesadores más potentes que permiten una experiencia fluida.

También se incluye la aplicación Maserati Connect, con la que se puede vincular el teléfono personal con el auto para hacer consultas sobre el estado de este o gestionar algunas de sus funciones de manera remota. Con esta aplicación también se pueden hacer actualizaciones de software remotas. La App además es capaz de notificar a los servicios de emergencia en caso de un accidente o choque.

Ghibli Hybrid para estar al corriente

Ahora, donde los cambios son sustanciales es en el apartado mecánico, ya que estamos hablando de un Maserati con un motor de cuatro cilindros. Este sedán adopta el motor GME T4 desarrollado por Alfa Romeo para el Giulia y el Stelvio. Habrá quienes consideren esto una blasfemia, pero son las reglas de los tiempos que corren.

Este bloque turbocargado tiene 2.0 litros de cilindrada e inyección directa. En el Ghibli lleva acoplado un alternador de 48 voltios y un supercargador eléctrico (e-Booster). Esa sobrealimentación trabaja con una pequeña batería (cuyo tamaño específico Maserati no declara) que va arrinconada en la parte posterior del auto. Afortunadamente no perturba los 500 litros del maletero.

Esta variante híbrida es cerca de 80 kilos más liviana que la versión turbodiésel del Ghibli, es decir, marca 1750 kg en la balanza, aproximadamente. El fabricante señala que ha mejorado la repartición de peso al montar la batería cercana al eje trasero. Si los modelos V6 ya anotan un balance de 51:49, la versión híbrida que resta kilos del eje delantero y agrega al trasero seguramente se acerca al 50:50, o incluso podría alcanzar a pasar otro punto más al eje trasero.

El tren motriz se completa con una transmisión automática de convertidor de par con 8 velocidades que dirige la potencia a las ruedas traseras. El conjunto logra una potencia máxima de 330 hp y un torque de 450 Nm que está disponible desde las 1.500 rpm. El cero-a-cien lo registra en 5,7 segundos y la velocidad máxima queda en 255 km/h. Además, esta planta motriz emite un 25% menos de CO2 que el V6 de gasolina.

Independientemente de esos datos, hay que dejar claro que este Ghibli es realmente un microhíbrido, a diferencia de lo que anuncia su nombre. ¿Por qué no haber hecho de este Ghibli un híbrido enchufable como lo hizo BMW con el 530e?

Francesco Tonon, el director de Planificación de Proyectos en Maserati, respondió esta interrogante en la presentación mundial del modelo. “Sí, pensamos en la opción de un Maserati híbrido enchufable, pero cuando pones muchas baterías, muchas cosas en el auto, esas cosas realmente tienen un peso y eso va a poner en peligro las prestaciones y la diversión en la conducción que es clave para Maserati”, argumentó Tonon.

Este modelo comenzará a recorrer los concesionarios de Maserati en el mundo desde septiembre, partiendo por Europa. Aquel será un momento importante para la casa de Módena, debido a que en los 7 años de comercialización del Ghibli recién el año pasado superó las 100 mil unidades producidas, lo que podría significar problemas en la amortización del proyecto. Los precios no han sido comunicados todavía para ningún mercado.

Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.