Porsche 911 Turbo 2020: el superdeportivo de diario definitivo llega a la camada 992

Los superdeportivos son los sueños de muchos y la realidad de pocos, pero desde que el 911 Turbo obtuvo la tracción integral se ha mantenido aquel auto infaltable en los garages de ensueño o reales de muchos fanáticos. Esta vez los 911 Turbo Coupé y Cabriolet ofrecen mejores prestaciones que nunca, entre las que está […]

Los superdeportivos son los sueños de muchos y la realidad de pocos, pero desde que el 911 Turbo obtuvo la tracción integral se ha mantenido aquel auto infaltable en los garages de ensueño o reales de muchos fanáticos. Esta vez los 911 Turbo Coupé y Cabriolet ofrecen mejores prestaciones que nunca, entre las que está su tiempo de aceleración de 0 a 100 km/h, que por primera vez baja la barrera de los 3 segundos.

Este 911 Turbo se yergue sobre la octava generación del 911 (992 en su nomenclatura generacional), la que pudimos conocer en la presentación del 911 Carrera S el año pasado. Los modelos Turbo siempre son los más potentes de la gama, hasta que aparecen los GT2 cerca del final de la vida de la generación.

Si bien hoy casi todos los 911 usan turboalimentación, salvo el GT3, el Turbo es el único que lleva este nombre por el legado que carga desde su aparición en 1975 con el Porsche 930. En 1995 se presentó el 911 Turbo de la generación 993 y destacó por adoptar un sistema de tracción integral que lo ayudaba a aprovechar su potencia de una forma más segura.

Desde entonces este modelo comenzó a construir su reputación como deportivo de corte gran turismo que podía devorar carreteras a ritmos sumamente altos sin torturar a sus ocupantes ni mucho menos. Hoy ya son 45 años los que avalan el éxito de esta variante del 911.

Subiendo la vara

El primer dato que impresiona de este nuevo 911 Turbo es su potencia. Tal cual como sale de la fábrica calza exactamente la potencia que tenía el Turbo S de la generación anterior, 580 cv. Es decir, recibió un incremento de 40 cv respecto del Turbo anterior.

El motor de seis cilindros en disposición bóxer es totalmente nuevo y va ubicado, por supuesto, atrás del eje trasero. Su cilindrada bajó hasta los 3,7 litros, la relación de compresión bajó notoriamente desde 9,8:1 hasta 8,7:1, pero se mantiene como un motor de carrera corta, es decir, de lo que gustan de ser revolucionados.

Este nuevo bloque usa nuevos turbos de geometría variable simétricos, uno para cada bancada de cilindros, con válvulas de descarga gestionadas electrónicamente. Esto se suma a la incorporación de inyectores piezoeléctricos y a un nuevo sistema de refrigeración de los turbo que ubica los intercoolers por sobre el motor en lugar de a los costados como solía ser.

Los cambios técnicos consiguen la mejora de potencia descrita y elevan el torque hasta los 750 Nm (+40 Nm), cifra que también es igual a la del Turbo S anterior. Sin embargo, Porsche dice no sólo haber mejorado la potencia máxima, sino también la capacidad de respuesta del motor y sus “ganas” de subir las revoluciones.

Usa una transmisión automática de doble embrague con 8 velocidades (PDK) que envía la potencia permanentemente al eje trasero y, según detecte pérdidas de motricidad, desvía algo de esta al eje delantero. Esta unidad también la lleva el Carrera 4S, pero en este caso tiene una programación específica para el Turbo.

Respecto de la generación pasada, esta caja además de tener un cambio adicional tiene también dos discos de embrague extra y relaciones de cambio más agresivas. Gracias a todo esto, el 911 Turbo, ya sea Coupé o Cabriolet, puede acelerar de 0 a 100 km/h en tan sólo 2,8 segundos (-0,2s), además de alcanzar 320 km/h de velocidad máxima.

Cuando la pista es la carretera

A nivel de chasis este 911 Turbo, como históricamente ha ocurrido, es más ancho de ejes que los Carrera, específicamente 42 mm adelante y 10 mm atrás, para mejorar así su estabilidad. Monta unos neumáticos 10 mm más anchos en ambos ejes: 255/35 y 315/30, respectivamente. Por lo mismo, la carrocería se ha ensanchado también y ahora mide exactamente 1,9 metros de ancho en sus caderas traseras.

El sistema de frenos de serie también fue fortalecido y se distingue por las pinzas rojas de seis pistones adelante y 4 atrás. Opcionales son los hipertrofiados frenos cerámicos (PCCB), el Porsche Dynamic Chassis Control (PDCC) o el Porsche Active Suspension Management (PASM), también presentes en el 911 Carrera S, pero calibrados para las prestaciones del Turbo.

Este deportivo alemán se hace de elementos de aerodinámica activa, como lo es su alerón trasero adaptativo, el spoiler delantero abatible y las entradas de aire activas en el parachoques frontal. Porsche ofrece el nuevo paquete opcional Lightweight Design que le resta 30 kg a la tara del Turbo a través de butacas de fibra de carbono, la eliminación de los asientos traseros y la reducción de aislantes acústicos.

En el habitáculo el 911 Turbo es como todos los «nueve-once». Respecto de la generación anterior resaltan cambios como la disminución de los botones o el nuevo sistema de infoentretenimiento PCM, que ahora usa una pantalla de 10,9”. Para esta generación también hay más asistencias a la conducción, como el asistente de mantención del carril o un sistema de cámaras de visión periférica para las maniobras de estacionamiento.

Porsche anuncia que este modelo, hermano del 911 Turbo S presentado en marzo, podría empezar a llegar a Latinoamérica en el último trimestre de este año, aunque por el momento todo depende del estado de la crisis sanitaria por la COVID-19. El sitio oficial del fabricante en Chile lista el precio del 911 Turbo en USD $209.900.

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Soy un tipo sencillo. Cuando chico me picó el bichito de la pasión por los autos y los síntomas todavía no se me pasan. Los efectos secundarios me llevaron a estudiar periodismo. Hoy estoy acá para entregarme a quienes leen a la naranja.