[Test Drive] Volkswagen Golf R, con R no solo de Racing

Es el más deportivo de la familia Golf, de estirpe deportiva desde la concepción de su proyecto este modelo que monta un motor de 2.0 litros TSI de 310 caballos de fuerza asociado a una transmisión DSG de 7 velocidades que lleva la potencia al piso a través de su tracción integral 4Motion se denomina […]

Es el más deportivo de la familia Golf, de estirpe deportiva desde la concepción de su proyecto este modelo que monta un motor de 2.0 litros TSI de 310 caballos de fuerza asociado a una transmisión DSG de 7 velocidades que lleva la potencia al piso a través de su tracción integral 4Motion se denomina Golf R, con R no solo de Racing.

A continuación, las otras R del Volkswagen Golf R:

Rápido

Es obvio, con 310 caballos de fuerza el Golf R puede ser de todo menos lento. Al ponernos tras el volante podemos experimentar lo explosivo de su motor y aceleración que nos pega a la butaca. Su transmisión DSG de 7 velocidades responde tan bien que hace que incluso nos olvidemos del romanticismo de la transmisión mecánica y juguemos con los paddle shift a nuestro gusto. Reduce marchas sin pedirnos nada a cambio, por lo que al enganchar exprimimos toda esa explosividad que también logramos al salir desde cero y alcanzar los 100 km/h en tan solo 4,6 segundos. Mención aparte su Launch Control, potencia pura.

Recatado

A pesar de su espíritu «racing», el Volkswagen Golf R es un deportivo que fácilmente puede pasar desapercibido a ojos inexpertos, bastante alejado del «tuning» al que muchas veces se asocian los autos rápidos. No llama la atención -a no ser que andes por ahí en una unidad Amarillo Cúrcuma como nosotros- e incluso hasta podríamos decir que el GTI se muestra más que el Golf R.

Lo recatado también se manifiesta en lo que respecta a su confort y sensación de manejo en situaciones cotidianas, porque claro, la mayoría del tiempo andamos en la calle y no en la pista, por lo que el Golf R se hace ideal para esa dualidad entre «niño bueno» en la ciudad y «bad boy» en la pista. Su suspensión es confortable y en ningún momento sentimos que andamos en un karting o sufrimos por los pavimentos en mal estado.

Otro elemento recatado es su sistema de escape, el que suena lo justo y necesario y principalmente cuando lo pisamos a fondo, por lo que no serás el vecino molesto que despierta al barrio al llegar de madrugada a la casa.

Respetable

«Deportivo recatado se respeta» y eso sucede con el Golf R, es un auto que nunca será mirado en menos, pues da cuenta de sus aires alemanes por todos sus ángulos. Es elegante, sobrio e ideal para profesionales jóvenes que quieren dar cuenta de cierto status sin dejar de tener un auto entretenido de manejar. En un Golf R nadie nos tildará de «corredor clandestino» ni de «viejo aburrido», es el equilibrio perfecto.

Rendidor

Es cierto que en el momento en que nos subimos a un deportivo sabemos que el gasto de combustible viene por añadidura, por lo que por lo general celebramos si conseguimos más de 10 km/l. La buena noticia es que según la 3CV, entidad de homologar los vehículos que se comercializan en Chile, todos los días serán motivo de celebración pues el Volkswagen Golf R rinde unos nada despreciables 11,6 km/l en ciudad. Si, suena a poco, pero también son pocos los automóviles de más de 300 caballos de fuerza capaces de rendir esa cantidad de kilómetros con un litro de combustible. En carretera el índice de rendimiento sube a 16,9 km/l promediando un rendimiento mixto de 14,5 km/l, es decir, si nos medimos con el acelerador no quedaremos en banca rota llenando a cada rato el estanque.

Realista

Los tiempos no están como para que todo el mundo pueda tener más de un auto en casa, uno entretenido y el otro para la familia, por eso el Golf R de Volkswagen tiene esa cuota de realismo planteándose como un todo en uno. Es un hatchback deportivo, casi un pocket rocket, pero su tamaño lo hace ideal no solo para dos personas cómodas, sino hasta 5 adultos sin problemas. Amplio y de buen espacio para piernas en las plazas posteriores, el Golf R es además funcional. Sus puertas traseras para acceso al asiento posterior son todo lo realista que se requiere hoy. «Sobran dos puertas» dirán algunos, pero cuando faltan siempre hay alguien que reclama.

Más realista se pone el Golf R con su maletero de 343 litros de capacidad, lo que lo convierte en un hatchback con el que incluso podemos ir al supermercado, rápido o lento, es tu elección.

Reconocible

Para los amantes de la casa de Wolfsburgo, tener un Golf es tener un ícono de la marca y un Golf R es alcanzar la gloria. Es deportivo, es el R, pero no pierde la esencia del Golf que todos conocemos.

Revolucionario

Si bien las pantallas táctiles y los sistemas de infoentretenimiento son un estándar en la industria automotriz actual, el Volkswagen Golf R va un paso más allá con su sistema Active Display, una pantalla de 12,3 pulgadas que reemplaza al clásico tablero de instrumentos incorporando cuenta revoluciones y velocímetro, además de cinco opciones que le permiten al conductor visualizar en la pantalla todos los datos que resulten importante en distintos tamaños y posiciones.

Se añade a esto la pantalla multimedia Discover Pro de 9,2″ que a través de su interfaz táctil permite comentar la radio, dispositivos de audio, GPS e incluso un tecnológico set de relojes deportivos en los que podemos monitorear la potencia, presión de turbo, temperatura de refrigerante, temperatura de lubricante y hasta la fuerza G a la que se ve sometido nuestro Golf R.

Rico

En líneas generales el Volkswagen Golf R es sin lugar a dudas y en buen chileno, un auto rico. Ese que a todos nos gustaría manejar a diario y que no por nada se convirtió en un éxito de ventas poniendo en la calle las primeras 18 unidades disponibles en menos de 24 horas tras su lanzamiento oficial. Su precio no hace más que confirmarlo como objeto de deseo, pues su precio de lista de $29.990.000 lo hace ser un fuertísimo competidor en su segmento.

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“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.