Cuanto
¿Y qué tal la Diésel? Progresiva. Tanto para acelerar como para recuperar. Creemos que se le puede sacar más trote, con una caja de cambios más amistosa con el motor, mal que por lo general aqueja a los modelos de Kia. De andar, es otra cosa, más refinada y confortable.
La bencinera la probamos de vuelta y el motor 3.3 se siente despierto a todo momento. Claro, no es el más económico, pero inmediatamente le da otra personalidad a la Grand Carnival.
De equipamiento, ni hablar en el modelo Limited, sobre todo por su climatizador automático tri-zona, los asientos de cuero, el panel TFT en el sinóptico, muy moderno y completo, además de los materiales generales y el diseño. De espacio también es cómoda, con una guantera que puede guardar una cámara DSLR (con lo aparatosas que son) sin problemas. Ni hablar de la consola central entre los asientos, donde podrías meter a tu hijo en castigo si se porta mal durante los viajes.
Pero en el ítem de equipamiento debemos hacer acuso de dos cosas. El primero, es una opción de conveniencia, que tiene que ver con la pobre y pequeña pantalla que porta el sistema de audio en los modelos de entrada. Si, la pantalla es táctil y a color en los modelos más altos, pero aun así esperábamos una pantalla de 7 pulgadas o más en un auto que se ofrece sobre los 18 millones de pesos. No solo porque es un chiche, sino porque una pantalla más grande es más cómoda de operar y de visualizar; es un equipamiento que debería considerarse estándar por ese nivel de inversión. Lo segundo, solo dos airbags en la versión de entrada, cuando hay autos de marcas muy importantes que desde los 8 millones hacia arriba ofrecen más Airbags y de serie. Si, la versión siguiente y con cerca de un millón de pesos de diferencia ya lleva los 6 Airbags que esperábamos, pero… ¿Era necesario reducir costos en seguridad?
Aquí no se trata de aportillar a la marca de manera gratuita, pero cuando uno es usuario de un auto que nuevo cuesta la mitad y ofrece estos ítems, es sinónimo de que hay que bajar los precios o equipar de manera acorde y no solo porque «se le está subiendo el pelo» a la marca posicionando sus productos con un precio mayor. Y esto se los décimos con la mejor de las intenciones a los amigos de Kia, ya que nosotros no somos los únicos que lo notamos.
Volviendo a la Toma de Contacto, obviando nuestra observación sobre el tema de las faltas de equipamiento en las versiones de entrada, las versiones Full y Limited vienen con muchos elementos bastante interesantes, incluyendo portón eléctrico y puertas eléctricas. Nos gustó también la tapicería Yes! anti estática, repelente al agua y con neutralización de olores, ya que es un detalle pensado en la familia y los más desordenados. No más asientos asquerosos.
Rematando con lo obvio, el diseño. Hace ver a la antigua Carnival como una minivan genérica y sumisa de carácter. Es una van familiar que yo creo nadie se avergonzaría de conducir, especialmente uno como hombre. El corte en las ventanas posteriores y esa sensación de una gran área vidriada (especialmente por el pilar D en color negro) aporta bastante a la silueta moderna. Lo mismo las proporciones, que entregan robustez.
En resumen, la Grand Carnival es otra cosa. Queda en evidencia con solo mirar las imágenes. Y como es otra cosa, también el precio es otra cosa y es algo que habrá que ver si aguantan los clientes de Kia.