Tragedia en Sudáfrica, 1977

Se corría la vuelta numero 23ª de la prueba Sudafricana de la rama F1, cuando Renzo Zorzi detuvo su Shadow DN8 B-Ford Cosworth nº 17 al costado izquierdo de la recta, envuelto en llamas. Desde el otro lado, el comisario del puesto ordenó a su equipo, provistos de extintores, que se dirigieran corriendo hacia el […]

Se corría la vuelta numero 23ª de la prueba Sudafricana de la rama F1, cuando Renzo Zorzi detuvo su Shadow DN8 B-Ford Cosworth nº 17 al costado izquierdo de la recta, envuelto en llamas.

Desde el otro lado, el comisario del puesto ordenó a su equipo, provistos de extintores, que se dirigieran corriendo hacia el monoplaza detenido: pero, cegados por la urgencia, no se dieron cuenta en que el segundo Shadow (DN8 1A nº 16), codo a codo con el March 761B-Ford Cosworth nº 10 de Hans-Joachim Stuck, iniciaba el descenso de la colina a más de 270 Km/h.

El prometedor Pryce no pudo evitar el atropello de uno de los comisarios auxiliares, y el extintor que portaba éste (Jansen VanVuren, que no sobrevivió) le golpeó brutalmente en la cabeza, lo que le hizo perder la vida en el acto; los médicos certificaron que la causa de la muerte fue una profunda herida en el temporal derecho.

El pesado extintor le había arrancado el casco y torcido el roll-bar del monoplaza, que, sin embargo, no se desequilibró con el impacto y continuó a toda velocidad durante 700 metros hasta salirse al final de recta, escoltado por un perplejo Jacques Laffite que le había alcanzado con su Ligier JS7-Matra nº 26. Laffite intentaba adelantar al Shadow (sin sospechar que su conductor estaba muerto) y colisionó con él al iniciar la curva.

Fotógrafo Racing5 “Cambié los aviones por los autos a los 6 años; me di cuenta que sería más fácil obtener mi licencia Clase B, que de piloto de combate. Luego, el fanatismo fue cosa de segundos”