Está
El experimento incialmente no era este, sino comprobar el mito de que al chocar un camión con un auto pequeño, éste último se fundiría a la carrocería del camión, pero los Cazadores de Mitos fueron «un poquito» más allá.
Tomaron un cohete, lo pusieron en un riel y lo hicieron chocar a la desquiciada velocidad de 1050 km/h.
Ahora te estarás preguntando ¿Y el auto?
Lo ves y ahora no lo ves!