Código QR en cascos podría salvar muchas vidas en Chile

Según cifras oficiales de accidentabilidad en Chile, durante los últimos 5 años ocurrieron 52.734 accidentes del tránsito en donde los protagonistas fueron conductores de bicicletas y motos, que debido a la fragilidad de ambos vehículos 1.231 personas perdieron la vida. La principal causa de muerte en estos accidentes se produjo por los golpes sufridos en […]

Según cifras oficiales de accidentabilidad en Chile, durante los últimos 5 años ocurrieron 52.734 accidentes del tránsito en donde los protagonistas fueron conductores de bicicletas y motos, que debido a la fragilidad de ambos vehículos 1.231 personas perdieron la vida.

La principal causa de muerte en estos accidentes se produjo por los golpes sufridos en la cabeza, como consecuencia del empleo de cascos que no cumplieron con las certificaciones necesarias, pero más aún por el no uso del implemento que se utiliza para proteger la cabeza.

A raíz de esta importante problemática a nivel país, nace la fundación sin fines de lucro «Un Casco de Vida», con el objetivo específico de que los motociclistas, ciclistas y usuarios vulnerables o de vehículos menores usen el casco protector en todo tipo de vías públicas y privadas, lo que fue apoyado hoy en el lanzamiento de la aplicación por importantes organismos públicos, privados y deportistas seleccionados nacionales.

Los principales propósitos de la Fundación son primero difundir y promover la práctica del casco protector al momento de conducir todo vehículos livianos en cualquier lugar. Y segundo, ir en ayuda de personas de escasos recursos que hayan sido protagonistas de un accidente en la vía pública al momento de conducir un vehículo menor y que resulten con lesiones graves en la dentadura.

Para reducir la tasa de muertes en los accidentes, la Fundación Un Casco de Vida lanza una innovadora iniciativa, una APP Móvil la cual entrega a los usuarios de motocicletas, bicicletas y otros vehículos menores, la posibilidad de obtener de forma gratuita lo que se ha denominado como “Código de Vida”, un código QR único que podrán imprimir y pegar en su casco transformándolo así en un “casco inteligente”.

El propósito del Código de Vida QR es entregar la información médica básica del usuario a los organismos médicos que concurren a auxiliar al herido al momento de un accidente. Al escanear el código con cualquier teléfono Smartphone o que tenga la aplicación para leer un código QR, se obtendrá información básica como el grupo de sangre, tipos de alergias a medicamentos, operaciones realizadas, servicio asistencial al que se debe derivar el accidentado, tipo de previsión de salud y el contacto de una persona para un caso de emergencia. Todos estos datos entregan minutos de vida vitales al accidentado al momento de ser atendido.

“Por más de 30 años sobre una moto me rondó la idea de qué pasaría si tuviera un accidente, cómo avisarle a mi familia, cómo indicar mi grupo de sangre y todo lo concerniente a mis datos personales, hasta que en un viaje realizado en el verano se me ocurrió lo del código QR y de ahí a crear una Fundación, porque mi inquietud es de casi todos los que andamos sobre dos ruedas”, explicó el fundador de Un Casco de Vida y presidente de la Fundación, Rigoberto Sánchez Peña.

La aplicación funciona desde el momento en que el usuario se registra en el sistema agregando información básica personal, recibiendo inmediatamente de vuelta el Código de Vida mediante correo electrónico de forma gratuita y con la posibilidad de editar y/o renovar los datos.

Si el usuario no posee una impresora podrá solicitar a través de la misma APP el servicio de impresión del código con envío a su domicilio. Sólo este servicio vía correo posee un costo el que se ejecutará en línea a través del portal WebPay.

Con este proyecto la Fundación Un Casco de Vida quiere ser una importante herramienta al servicio de la sociedad para ayudar a disminuir el índice de mortalidad en los accidentes de tránsito en la vías públicas y privadas.

“Soy un amante de los autos casi por genética y con el tiempo he aprendido de mis amigos mecánicos a desenvolverme humildemente en el mundo de los fierros. En los autos encuentro el relajo y tranquilidad que a veces se pierde con la rutina del día a día”.